Música para aves y tecnología: artista sonoro mexicano actúa hoy en Santiago

SANTIAGO.- Una conferencia y un concierto dará hoy en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) el artista mexicano Manrico Montero, con un denominador común: el estudio de las aves, y en particular de especies acuáticas como los flamencos, que ha venido desarrollando en su carrera y que presentará por primera vez en Chile.

"Ecología del paisaje sonoro" es el nombre de la conferencia y "La isla del sol" el título de la obra musical que Montero pondrá en escena desde las 19.30 horas. Es parte de las actividades de la red Anilla Cultural Latinoamérica-Europa que el MAC comparte con instituciones como el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, el Museo de Antioquía de Medellín, el Centro Cultural de Sao Paulo y el centro Cultural de España en Córdoba.

Bioacústica y ecología del paisaje sonoro: las disciplinas

Documentalista de aves y especialista en bioacústica y ecología del paisaje sonoro, además de músico, son las especialidades con las que se presenta el artista, nacido en México en 1975, radicado en Bolivia y con visitas a ciudades como Nueva York, Los Angeles, Chicago, Quebec, París, Berlín y Viena en su historial.

Bioacústica es la primera definición en juego. "Es el estudio de ecosistemas y especies desde el punto de vista de la acústica", explica Montero. "Mi especialidad son las aves acuáticas, entonces las documento y estudio en sus ecosistemas en Latinoamérica, desde la península maya en México hasta las lagunas del circuito altoandino. En este caso los hábitats son lagunas y humedales, porque me especializo en aves continentales más que costeras".

-¿Qué se entiende por paisaje sonoro?
-Tiene que ver con la idea de comunicación acústica entre la especies. La ecología del paisaje sonoro ya es una rama de la ecología del paisaje, una ciencia que nos permite estudiar y monitorear los ecosistemas. Aunque el trabajo de ornitología con sonido parte desde que hay tecnología para documentar, ésta es una ciencia nueva, de no más de quince años. Antes la ecología del paisaje estaba centrada en el terreno de lo visual, no contemplaba el factor de lo sonoro. Hoy la bioacústica y la ecología del paisaje sonoro son otras herramientas para estudiar los ecosistemas.

De inmersión sonora: el concierto

Estudios formales de filosofía y música son parte complementaria en la preparación de Montero. "Soy ornitólogo autodidacta, mi formación en la música y mi amor por las aves llevó a un proceso natural de llegar a la bioacústica como una ciencia interdisciplinaria", explica.

-¿Cómo están incorporadas estas especialidades en la conferencia y el concierto?
-En la conferencia voy a hablar de estas ciencias y de algo de mi trabajo tanto en México como en Sudamérica, con fotografías, video y audio. Y después es un concierto de inmersión sonora o audiovisual, que involucra grabaciones de campo, improvisación libre, procesos audiovisuales, dos pantallas y live cinema, es decir imágenes digitales generadas a partir de una improvisación en tiempo real.

Montero toca en vivo un arpa preparada y emplea diversos programas o softwares en un computador, a partir del cual dispara procesos de señales audiovisuales, todo en función de la mencionada obra "Isla del sol".

-¿Sobre qué especies y géneros de aves está basado el trabajo?
-El gran tema son las familias de aves acuáticas, en particular los flamencos. Mi aventura personal empezó en la península del Yucatán con estas especies, monitoreando en distintas biósferas de áreas protegidas y no protegidas.

-La visita tiene que ver con Chile, entonces, donde también hay varias especies de flamencos.
-Mi trabajo musical actual tiene que ver con aves neotropicales y altoandinas, y es por eso que me establecí en Bolivia, donde trabajo en un libro sobre el flamenco altoandino -explica el artista, que de las cinco especies de flamencos existentes estudia las tres que se encuentran en los Andes, y por lo tanto en Chile: el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus) y el flamenco de James (Phoenicoparrus jamesi).

"Estas aves no realizan cantos, sino llamados, y sin embargo son aves totalmente vocales", continúa. "Un buen ejemplo de la bioacústica, en este caso aplicado a las aves coloniales, es decir que nidifican en cantidades gigantes de individuos, es el de las investigaciones sobre cómo los individuos identifican el llamado en esas grandes comunidades, como ocurre también con los pingüinos. Son investigaciones que se están realizando en los últimos diez o quince años en todo tipo de aves coloniales".

El trabajo del documentalista se inició en los manglares de la citada península del Yucatán, espacio del ecosistema costero mexicano que concentra grandes cantidades de aves acuáticas, entre ellas tres de las familias sobre las que trabaja Montero: las garzas (ardeidos), espátulas e ibis (treskiornítidos) y cigueñas (cicónidos). "Es el caso de la garza sokoi, que es propia de toda Sudamérica", pone por ejemplo.

-En Chile también se encuentra, la llaman garza cuca. O están las garzas del género Nycticorax, que viven en toda la región, y que en Chile las llaman huairavos.
-Es fascinante cómo puede haber las mismas aves en ecosistemas muy distintos, y con distintos nombres en cada lugar. Una misma especie la puedes encontrar en un manglar de México, en un pantanal en la Amazonia, o en el Caribe, en el Chaco o el algún lago altoandino.

"Muchos de estos ecosistemas que están en peligro y al verse afectados también se ve afectada gran parte de la fauna", concluye. "En muchas reservas nacionales o parques de Latinoamérica el paisaje sonoro es un tema que no se ha protegido y puedes encontrar intrusiones terribles, lugares de nidificación donde hay construcciones, por ejemplo. Son aves muy sensibles y ha ocurrido lo del salar de Atacama, done quedaron cientos de huevos abandonados por varias colonias, porque no existe el ambiente adecuado. El estudio del paisaje sonoro en los parques también es una forma de proteger esos ecosistemas".

Manrico Montero presentará la conferencia "Ecología del paisaje sonoro" y el concierto audiovisual "La isla del sol" este jueves 4 de agosto desde las 19.30 horas en el Museo de Arte Contemporáneo (977 1741), situado en el Parque Forestal sin número, frente a calle Mosqueto, con acceso por el Metro Bellas Artes. La entrada general al museo es una adhesión voluntaria en apoyo por los daños sufridos por el edificio tras el terremoto de 2010.