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Encomendado a santos y ángeles

San Sebastián se llama el nuevo disco de este cantante chileno, que acaba de grabar con la cantante española Christina Rosenvinge y se desmarca de la figura del "cantautor" acústico. "Eso de Vincent Moon así como en la calle ya está ultra rematado", dice Milagros. "Buena onda, pero ya fue. Las ideas se agotan súper rápido".

08 de Noviembre de 2011 | 13:52 |
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Fernando Milagros aparece en medio del carnaval de La Tirana mientras entona una canción llamada precisamente "Carnaval" en las imágenes de su nuevo videoclip. Es 2011 y, aunque no haya estado en los planes de nadie, su visita a ese pueblo de la región de Tarapacá durante la celebración de la Virgen de La Tirana se conecta con otra festividad religiosa popular que conoció muchos años antes, cuando Milagros aún no se ponía ese apellido que también suena a religioso y popular porque todavía era un niño llamado Fernando Briones y pasaba los veranos en la comuna de Yumbel, provincia del Bío-Bío: en la fiesta de San Sebastián, celebrada cada mes de enero.


-Era el motivo típico de los veranos estar en esa fecha allá. Harta gente pagando mandas, es súper bonito -recuerda-. Y hay dos Yumbel: Yumbel pueblo, que es donde se hace esta fiesta, y Yumbel estación, que es donde el tren llega, o llegaba, con todos los pereginos que se bajaban y caminaban al pueblo como a cinco kilómetros. Y muchas veces me tocó ir con mi abuela o mi mamá a pagar la manda, caminando desde la estación al pueblo. Es triste también porque la estación tenía esta vida relacionada sólo con el ferrocarril, y ahora como se robaron hasta los durmientes el tren pasa de largo, y sólo llega un tren de carga, no hay pasajeros, está todo tirado. Yumbel se expandió, hay villas y poblaciones en los alrededores, pero dejó de ser el pueblo que era.


San Sebastián se llama el nuevo disco de este cantante chileno. Y aunque Fernando Milagros sea uno de los nombres más actuales activos en el último tiempo en Chile, aunque haya grabado el disco con músicos de grupos igual de contemporáneos y con una aparición estelar de la cantante española Christina Rosenvinge como invitada, muchas de esas más tempranas memorias de pueblo perdido tienen que ver aquí. "Quiero rescatar un poco ese imaginario, o mezclarlo con historias inventadas", dice. "En un momento era la premisa del disco, hacerme a la idea de un pueblo inventado que se llama San Sebastián, inventar una historia de ciencia ficción, de un pueblo post-apocalíptico, folclórico. Esos adjetivos".


Es también el tercer disco de Fernando Milagros, un cantante y guitarrista iniciado entre 2002 y 2005 en el trío de rock María Milagros y emancipado con nombre propio en 2006. Desde entonces ha grabado Vacaciones en el patio de mi casa (2007), Por su atención, gracias (2009) y el actual San Sebastián (2011), además del disco en vivo En vivo en Estudio Elefante (2010) y hasta una canción para los registros que el realizador francés Vincent Moon vino a hacer en Valparaíso. Ahora acaba de trabajar por primera vez para su disco nuevo con el productor Cristián Heyne y con un equipo de músicos que va desde Gepe a los sureños Philipina Bitch, y se apresta a presentar el nuevo trabajo con dos actuaciones en Santiago y una en Valparaíso (ver recuadro) esta semana.


-No sé si exactamente igual pero la idea es hacerlo lo más parecido posible al disco -explica Fernando Milagros, que en vivo contará con la cantante Manuela Baldovino, proveniente de grupos como Compiuters, La Montaña y Tío Lucho (coros y percusión), la dupla entre Felipe Ruz (guitarra) y Sebastián Orellana (bajo y percusión), de Philipina Bitch; Daniel Baeza (teclados), integrante de Primavera de Praga, y Matías Mardones (batería). "Matías viene más de la escuela del free jazz, es percusionista, bien seco, con proyectos experimentales medio deconstructivistas", explica el cantante. "Y para este disco necesitaba a alguien que no fuera sólo baterista, porque no es tan rock, tiene juegos interesantes de percusión y él me cayó como anillo al dedo".


-¿En eso se nota lo distinto que es este disco de los anteriores?
-No me interesa mucho hacer siempre el mismo disco. En el recorrido vas aprendiendo diferentes maneras de hacer las cosas, tu espectro se va ampliando, tienes más herramientas, quizás un poco más de plata y sabes administrarla mejor. Todo eso hace que la música vaya evolucionando. Aparte una de las premisas mías, y un poco conversadas con el Cristián (Heyne) también, fue desligarse del "trovador", porque de verdad creo que si alguna vez me sirvió para figurar en algún lugar, creo que nunca me sentí muy satisfecho con ese poncho. Siempre pensé que podía ofrecer mucho más que andar tocando por la calle con la guitarra. Creo que en San Sebastián está más que demostrado.


No hay plug-in que supla la realidad


Fernando Milagros ya había trabajado una vez antes con un productor musical, Cristóbal Carvajal, para su disco Por su atención, gracias. "Con Cristóbal fue mi primera aproximación a trabajar con alguien que mirara esto de afuera, me ayudó un montón. Y Cristián (Heyne) tiene más experiencia, de repente ideas que se le ocurrían a él yo las terminaba entendiendo tiempo después, y con total confianza le decía que bueno", recuerda.


Una de esas ideas fue grabar las baterías del disco en una sala de conciertos del Centro Gabriela Mistral, GAM. "Pusimos la batería al centro del escenario, micrófonos por todos lados, en la galería, y eso ayudó a darle ambiente, porque es rever (efecto de reverberación) de verdad. Suena grande porque es grande, no es un plug-in (dispositivo digital). No es un efecto digital: es así. Como Phil Spector, que hacía las cosas de verdad. Y te das cuenta de que no hay plug-in que supla la realidad.


Más de esos timbres naturales que toca Fernando Milagros son la mandolina al comienzo de "Carnaval", el ukelele de "Angelito", un bombo de proporciones en "Soltar" y la guitarra eléctrica que suena en momentos elegidos del disco. "Es un tronco que me compré en México, en una feria", recuerda. "Me costó como treinta lucas, es un modelo como el que tenía el guitarrista de los Ramones, como una Mosrite pero rara, que pesa como el triple de una guitarra. Es horrible, pero suena increíble".


Así es como acaba de tocar en el festival internacional Primavera Fauna, el pasado sábado 11 de noviembre en Santiago. "Me interesa que la banda suene así", concluye, a propósito de esa conformación de varios músicos en vivo. "No tengo preparado un show más austero. Estoy medio chato de los acústicos. Eso de Vincent Moon así como en la calle ya está ultra rematado. No estoy ni ahí con hacer un video más tocando en la calle. Buena onda, pero ya fue. Las ideas se agotan súper rápido".


-¿El costo puede ser que vas a tocar menos?
-De repente sí, a menos que sean cosas puntuales para ir a tocar solo.


-Bueno, antes de tocar solo tuviste una banda, María Milagros. A lo mejor hay que acordarse de cómo era tocar en ese tiempo.
-Sipo, era así o no era. No nos complicábamos tanto porque estábamos recién empezando así que tocabas donde fuera, en el patio del vecino, salíamos a pegar afiches, nos pillaban los pacos, era más una entretención que un trabajo. En cambio hago una evaluación rápida de Primavera Fauna y es heavy lo que ayuda que existan instancias de ese tipo, de verdad, para tocar en un escenario como corresponde, sentir que tu música perfectamente puede funcionar en un espacio así y ver a otros compañeros que están en la misma que nosotros, como Protistas o los Astro, y que después de haberlos visto mil veces en locales chicos ahora están en un escenario como se merecen, y que la gente vaya y pague la plata que cueste. Y (en Primavera Fauna) llegó gente a ver tanto a grupos chilenos como extranjeros, era súper transversal. Entonces quizás estamos puro creyéndonos poco.


-Es lo que pasó en Lollapalooza: al ver a los músicos chilenos ahí el escenario no les quedaba grande.
-Para nada grande. Al revés, meterse en cosas que quedan chicas creo que resta un poco al trabajo.


Cristina y carnaval


-Tu segundo disco venía firmado como Fernando Milagros & The Falsos. ¿Al final eso era algo más formal que otra cosa?
-Yo creo que es algo medio formal, porque The Falsos nadie se dio cuenta que es una banda falsa. Nunca, ni un periodista ni nada. Eran mis amigos y era un invento que hicimos porque lo pasábamos la raja tocando.


La última aparición de Fernando Milagros & The Falsos fue el concierto compartido con Pedropiedra el viernes 13 de noviembre de 2009, en el cine Normandie de la capital. Ya para el año siguiente derivó con naturalidad a tocar con Philipina Bitch como su grupo de respaldo, tal como quedó registrado en el disco en vivo de 2010. Y en 2011 grabó San Sebastián con invitados como los mismos Philipina Bitch, Gepe en la batería, el pianista José Miguel Miranda y el baterista Jorge Santis, de Congelador.

Y Christina Rosenvinge, que puso su voz en "Carnaval" y en "Nahual". Fue durante la visita de la cantante española este año a Chile que Fernando Milagros fue invitado a abrir el concierto que ella dio en el escenario de La Cúpula en la capital. Rosenvinge escuchó a Milagros desde el camarín, salió a escucharlo y sobre la marcha le propuso sustituir al guitarrista de su banda, que tenía que partir, para una fecha siguiente en el Centro Cultural Amanda. Y él recuerda cómo recibió la invitación.

-Estuve a punto de la típica, el terror, porque no me sabía los temas, pero no le podía decir que no. Nos juntamos a un ensayo con la banda y estábamos. Yo tenía varios discos de ella por ahí, Tu labio superior me lo vacilé, y sacamos como seis temas de ese disco.

-¿Es bueno tener nervios?
-Hacía tiempo que no estaba tan nervioso. Porque era tocar en otro grupo. Fue piscinazo, pero fue súper bien acogido, el concierto en Amanda fue entretenido, estaba llenísimo.


-¿La idea del video de "Carnaval" surge después?
-Sí. Yo nunca tengo muy claro lo visual, no trabajo la respuesta visual de las canciones. Soluciono las imágenes en el texto más que en el apoyo visual. Yo nunca he entendido mucho el videoclip, en verdad -sonríe-. Son ideas del Luciano (Rubio, director del clip de "Carnaval" y de otros previos como "Río" y "Reina japonesa").


-¿Qué te parece la opción de grabarlo en La Tirana?
-Me parece una idea bonita y potente. Por un lado es súper chileno, paradójicamente acá si haces un focus group y preguntas nadie ha ido a La Tirana, pero todos la concemos. Estar ahí es una experiencia muy bonita, que tenemos como en el ADN.


-¿Ahora ves una conexión entre Yumbel y La Tirana?
-Claro. Cuando uno está un poco más lejos se puede ver el cuadro de mejor manera.

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