Documental recuerda a "Magic" Johnson en su lucha contra el VIH

LOS ANGELES.- El deporte, por naturaleza, está lleno lleno de momentos dramáticos. Pero pocos acontecimientos a lo largo de la historia pueden compararse con el significado de un anuncio hecho hace 20 años, cuando la superestrella del baloncesto Earvin "Magic" Johnson anunció a una nación atónita que había contraido el virus del sida.

Aquella confesión es el tema de un documental que se estrenó en el canal de deportes ESPN esta semana y será repetido próximamente. Titulado simplemente "The Announcement" ("El anuncio"), el film es narrado por el mismo Johnson e incluye la primera entrevista detallada con él y su esposa Cookie.

Hasta esos chocantes tres minutos de anuncio en noviembre de 1991, la crisis del sida había sido ampliamente percibida como un azote de la comunidad masculina gay y una retribución por su estilo de vida promiscuo. Pero desde aquel momento quedó claro que podría pasarle a cualquiera, a un gay o un heterosexual, a un negro o a un blanco, un hombre o una mujer. Johnson admitió más tarde que mantuvo múltiples relaciones sexuales con diversas mujeres durante su espectacular carrera deportiva.

El astro basquetbolista, que en aquel entonces tenía 32 años, era una leyenda viva, un jugador cuyas vertiginosas hazañas en la cancha habían sido clave para la transformación de Los Angeles Lakers en el equipo glamoroso del baloncesto mundial.

Pero también era un gigante fuera de la cancha, lucía una gran sonrisa y un carisma que extendía su popularidad más allá del tradicional segmento de población (masculino) de fans del deporte. Su estilo de vida sano -él no bebía ni fumaba- hizo que su anuncio fuera aún más sorpredente.

"Debido al virus que he contraído, tendré que retirarme de los Lakers", ratificó Johnson en una sala de sorprendidos periodistas. El deportista prometió "luchar contra esta enfermedad mortal" y convertirse en un portavoz nacional en materia del VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

"A veces pensamos que sólo los homosexuales pueden contraerlo, que eso no me pasará a mí. Y aquí estoy para decir que le puede ocurrir a cualquiera, incluso a mí, Magic Johnson", dijo el deportista. "Pero voy a vencerlo", indicó con su sonrisa del millón de dólares, "y los voy a ver a todos ustedes otra vez pronto".

Ese pronóstico seguro fue casi tan sorprendente como el mismo anuncio del diagnóstico del VIH, recuerda la película a los espectadores. En aquella época, el VIH y el sida eran considerados como una virtual pena de muerte. La detección primaria y regular se encontraba en sus comienzos, y no había medicamentos para tratar la enfermedad en estado avanzado.

Sin embargo, la permanente buena salud de Johnson desde que su anuncio ha proporcionado a una generación entera de jóvenes de Estados Unidos una prueba viviente de los beneficios de la detección y el tratamiento primarios.

"Todavía puedo recordar cómo sangre se desvanecía de mi rostro cuando vi el anuncio televisado en la CNN desde el apartamento de mi universidad", dijo el periodista de deportes del "Boston Globe", Chad Finn.

"Aunque él hubiera caminado hasta allí y estuviera parado frente a todos, brindando esa conferencia de prensa", dice la ex estrella de la NBA Karl Malone en el documental, "todos pensaban que estaban viendo caminar a un muerto".

Johnson, que ahora tiene 52 años, es un emprendedor exitoso, activista y figura mediática, ha desmentido obviamente esas expectativas, a pesar de que recuerda a los espectadores que él sigue portando el virus.

Pero en los años posteriores a su anuncio, hizo más que nadie para cambiar la percepción de muerte acerca del VIH, en tanto que su popularidad le ayudó a superar estigmas y dar esperanza a otros que padecen la misma enfermedad.

Pocos meses después de su anuncio, Johnson hizo un paréntesis en su retirada para ganar el premio MVP al jugador más destacado del Juego de las Estrellas de la NBA, pese a que muchos compañeros objetaron su participación en base a la premisa errónea de que podría infectarlos si sufría una herida abierta durante el juego. Un año después, integró el histórico "Dream Team", el cuadro de estrellas de la NBA que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992.

Pero lo que la película deja en claro es que, pese a todas sus increíbles hazañas dentro de la cancha, su digna y valiente confrontación con el VIH y el sida es su legado más duradero. "Hay victorias y derrotas, y en la vida tienes que saber que ambas cosas ocurrirán", agrega Johnson. "Lo que nunca será aceptable para mí es renunciar".