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Pasta de melómanos

25 de Abril de 2012 | 22:14 |
 
"Banda sonora en vivo" es la definición que acuñaron para el estreno de su primer disco en 2011, idea que se conecta con dos rasgos de este grupo chileno: el de ser una banda en vivo y tocar música de cine. "¿Te gustan las bandas sonoras de películas italianas, el jazz y la cumbia?" preguntaban en el anuncio de uno de sus primeros shows, y así suena en parte también Los Fetuchini, ese primer disco disponible ahora para su descarga gratuita.

Más que una banda, para el lanzamiento del disco Los Fetuchini recuerdan haberse convertido en una pequeña orquesta esa noche de septiembre de 2011, en el bar Ópera Catedral del barrio capitalino Bellas Artes. A su formación de quinteto con Marcela Salinas (voz), Gabriel Rammsy (guitarra), Martín Benavides (acordeón, teclados y theremin), Francisco Feco Fuentes (bajo y contrabajo) y Felipe Hinojosa (batería) sumaron a siete invitados sobre el escenario.

Ahí estuvieron el pianista y compositor Marcos Meza, integrante de Cómo Asesinar a Felipes; el guitarrista Patricio Cáceres, autor de la canción "Mi caminar" grabada por Zalo Reyes; Roberto Tapia y Miguel Bahamondes, integrantes del grupo De Perilla convocados a un segmento de jazz gitano o manouche; los bronces de Felipe Rodríguez y Gabriel Díaz, este último de la banda de cumbia Los Pata e Cumbia, y Mauricio Galleguillos, percusionista de Francisca Valenzuela.

-Esto nos permitió ser una pequeña orquesta de canciones cinematográficas y populares, al más puro estilo cincuentero -recuerda Rammsy-. Marcos Meza nos ayudó con los (órganos) Hammond y Wurlitzer, así pudimos tocar con varios teclados simultáneos en vivo. Mauricio Galleguillos tocó las percusiones exóticas, que complementaban muy bien el sonido de la batería. Patricio Cáceres tocó guitarras rítmicas, Roberto y Miguel tocaron banjo y violín, Gabriel Díaz y Felipe Rodríguez fueron trompeta y trombón en los temas más orquestales. La participación de los invitados fue esencial para este sonido sofisticado que buscábamos.

-¿Qué planes tiene el grupo ahora con el primer disco ya publicado?
-Tocar en vivo lo más que podamos, pero nuestro plan real es grabar un segundo disco que ya está completamente cocinado -explica el guitarrista-. Sólo falta la plata. Queremos hacer un vinilo ahora.
 
Al ritmo del clon: las citas

Por ahora, entre las canciones del primer disco se oyen una versión del éxito "Hasta que te conocí", de Juan Gabriel, y otra del tema central de la película "Love story" (1970), las dos instrumentales, como todo el disco por lo demás, grabado antes de la llegada de la cantante Marcela Salinas.

-Se dio naturalmente, ya que cuando grabamos teníamos demasiadas composiciones sin voz y algunos covers instrumentales dando vuelta, los que quisimos registrar. Esto representa un paso entre nuestra antigua banda, Mamapaska, donde tocábamos pura música instrumental, y Los Fetuchini.

-¿Cómo ha funcionado el cambio de tener una cantante?
-En los conciertos ya más de la mitad del repertorio es vocal. Creemos que siempre mantendremos los temas instrumentales, pero hemos incluido a Marcela Salinas en la voz y ella probablemente ocupará una parte importante de nuestro próximo disco.

No sólo hay covers literales en Los Fetuchini. Entre las creaciones propias, "Al ritmo del clon" tiene reminiscencias de la melodía italiana "Arrivederci Roma" y de la canción venezolana "Moliendo café", y "Cumbia al pesto" recuerda en parte a la famosa composición brasileña "Tico tico no fubá".

-¿Cómo salen esas citas, qué tan espontáneas son?
-"Arrivederci Roma" es una cita inconsciente, pero ahora que lo dices, es una cita al fin y al cabo. En el caso de "Moliendo café" y "Tico tico" sí, son citas explícitas, como también el solo de guitarra del tema "Love story", donde citamos la melodía de "Ben", de Michael Jackson. Esa búsqueda de citas es fundamental en nuestra música. Pueden ser inconscientes, como melodías que se parezcan a otras, o explícitas. Nos ha ocurrido siempre, suponemos que de manera espontánea, porque somos muy melómanos y andamos buscando o, si quieres, robando melodías y ritmos más antiguos que nos gustan. No tenemos prejuicio en ello, incluso nos gusta mucho versionar canciones o copiarlas, ya que de alguna manera las haces tuyas.

-¿Es como si les gustara no sólo hacer citas de géneros o épocas, sino de canciones específicas? ¿Eso es algo común en el jazz, por ejemplo, tiene que ver con eso?
-Efectivamente, en el jazz es común que los solistas citen otras melodías del género cuando improvisan, o incluso de otros géneros, como de la música clásica. Esto te ayuda como pie forzado para armar los solos de improvisación. Por ejemplo puedes pescar una melodía preexistente y desmenuzarla, y así componer el solo. Además al público le gusta reconocer melodías. En nuestro caso no es tan espontánea la improvisación ya que no somos jazzistas, a pesar que nuestra música se acerca al jazz, pero sí tiene que ver con lo mismo.

-¿Cómo eligieron recrear "Hasta que te conocí" y "Love story"?
-Esas dos canciones son famosísimas y nos gustaban desde siempre, por eso decidimos transformarlas al lenguaje de Los Fetuchini. Tal vez sonaron inmediatamente bien porque sus armonías y melodías son muy buenas, adaptables y cómodas para improvisar en las vueltas de los solos. De hecho "Love story" ya la habíamos grabado en el disco Litoral central, de Mamapaska, pero en una versión más rockera. Incluso si pudiéramos grabarlo en nuestro próximo disco, en otro estilo, lo haríamos.
 
El vuelco a lo vocal: Marcela Salinas

Ya en 2005 tres de los músicos estaban tocando bajo ese primer nombre de Mamapaska, también escrito como Mama Paska, una banda que debutó en octubre de ese año en el auditorio de la Escuela de Música de la Universida Católica, "con la idea de interpretar temas clásicos del klezmer, el folclore europeo oriental y la música gitana", según sus primeras reseñas en la época.

-Mama Paska eran presentados con anuncios como "música klezmer y de Europa del Este" o "Grandes clásicos olvidados del klezmer", y tocaron en un Festival de Música Inmigrante o las Cumbres Gitanas. ¿Ahora hay un giro en relación con eso?
-Claramente hubo un giro estilístico. A pesar de que seamos tres de los integrantes de Mamapaska, quisiéramos aclarar que ésta es otra banda nada que ver, así como Mr. Bungle y Los Secret Chiefs 3, con otras motivaciones en todo sentido. Hemos repetido muchos de los lugares donde tocábamos, y otros los hemos desechado. Es la selección natural que van haciendo todas las bandas con el tiempo.

-¿Por qué dejaron de usar ese nombre?
-Después de muchos cambios en la formación sentimos que se fue desgastando la onda. Por otro lado el nombre estaba muy ligado a los integrantes originales, cuando tocábamos música de Europa del Este y klezmer. Luego nos fuimos en otras direcciones estilísticas que ya no tenían nada que ver con lo que hacía Mamapaska e hicimos este grupo con tres de los integrantes originales, a quienes también nos une la amistad.

De los actuales Fetuchini estaban ahí Martín Benavides (acordeón y piano), Gabriel Rammsy (guitarra) y Francisco Fuentes (bajo), junto a otros músicos como Ivanka Milosevic (violín), Juan Francisco Obando (clarinete) y Tomás Reyes (batería). "Ahora tocamos con quienes pudieron continuar en el proyecto y además hay más fiato. Pero lo más importante fue la incorporación de Marcela Salinas porque de ahí partió el vuelco de lo instrumental a lo vocal".

-¿Cuándo fue la última vez que tocaron como Mamapaska y la primera como Los Fetuchini?
-La última vez tocamos en el Ópera Catedral con Mamapaska, donde ya habíamos invitado a Marcela Salinas a cantar, y la primera vez con Los Fetuchini fue en el mismo lugar y en iguales condiciones. No es curioso, porque tenemos mucha buena onda ahí. Es el único lugar donde hay bandas todos los días, emergentes y más bien conocidas. En el Catedral tienen un rollo y un trato distinto con los músicos.
 
Armandos y chamánicos: las vidas paralelas

-¿Qué recuerdan de esas cumbres gitanas en las que han actuado?
-Tenemos muy buenos recuerdos de las dos cumbres en que participamos, una con Mamapaska y la otra con Los Fetuchini, pero particularmente del increíble trabajo que hacían nuestros amigos de La Mano Ajena, quienes las organizan. Creemos que los motivaba crear vínculos entre los músicos del ambiente y generar espacios para este tipo de música que antes no estaba tan de moda. De hecho, cuando se hizo en Las Tejas (popular restaurante de la calle San Diego en la capital) hace unos cinco años, el local no era muy recurrido. En cambio ahora se han equipado y tienen tocatas con frecuencia. En la última que participamos, aunque no tocábamos música gitana, Rodrigo Latorre de La Mano Ajena, a quien apreciamos mucho como músico y persona, nos quiso incluir y fue una gran experiencia.

-¿Qué rasgos distintivos tienen otros grupos con los que compartieron esos encuentros: Alem, Balkandes, Santiago Klezmer Company, La Orquesta de la Memoria, La Mano Ajena?
-Entre esas bandas está la vinculación con la música klezmer y de Europa del Este, que se puso de moda en Chile con la llegada de las películas de Emir Kusturica. Todas toman temas populares del estilo para versionarlos o citarlos, además de sus composiciones originales. Pero se distinguen en el formato instrumental que adopta cada una. Algunas quieren ser más puristas y otras son mucho más eclécticas, lo que a nosotros nos llama mucho más la atención. Por ejemplo, La Mano Ajena hoy por hoy se ha alejado de tocar solamente música gitana y klezmer, y está experimentando en las canciones, con la incorporación de variados estilos de los años '50 y '60. Así, unas bandas son más indistinguibles entre sí, y otras se han destacado y profesionalizado muchísimo más.

Tampoco se cierra en Los Fetuchini la actividad de estos músicos, que se ven las caras además en grupos paralelos como Los Armandos, Los Chamánicos y la banda de la cantante Juga di Prima.

-Somos todos los músicos bien "aclanados", compartimos discos y gustos musicales e incluso muchos nos conocemos desde el colegio y la universidad. Esto ha hecho que nuestros trabajos se desarrollen en líneas paralelas, no demasiado divergentes, con formaciones instrumentales parecidas, amplificadores iguales o similares, principalmente por la búsqueda de un sonido análogo y "retro". De alguna manera nos une también el rollo de ser músicos populares profesionales en Chile y la buena onda en el trabajo, por lo que si podemos toparnos en algún proyecto futuro lo haremos felices.

En ese circuito el guitarrista Gabriel Rammsy toca al mismo tiempo con Los Fetuchini, Los Chamánicos, Los Armandos y Juga di Prima; el tecladista Martín Benavides actuó en Los Armandos y también es parte de la banda de Francisca Valenzuela, y el baterista Felipe Hinojosa proviene de grupos afines como Silvestre, Hijo de Padres Separados y la banda de Patricio Cáceres. Rammsy lo resume: "La idea es que el integrante que toque con más bandas simultáneas gana".
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