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Montaner y el Festival de Viña: "Me veo volviendo con mis canciones, pero no como animador"

El venezolano se presenta mañana en Santiago, y ya con la herida de Viña 2005 cicatrizada se muestra listo para regresar a la Quinta Vergara. "Eso va a suceder", sentencia.

19 de Febrero de 2013 | 15:46 | Por Sebastián Cerda, Emol
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Montaner en la Teletón de 2010, una de sus últimas visitas a Chile. Con un concierto, en tanto, no viene hace más de tres años.

El Mercurio

SANTIAGO.- No es un misterio que para Ricardo Montaner, un enamorado del Festival de Viña del Mar, el paso por la edición 2005 del certamen fue simplemente amargo. Como animador, el exitoso cantante estuvo lejos de conseguir los resultados que esperaba, y lo agraz de esa experiencia hasta lo documentaría luego en un libro.

Sin embargo, pasados siete años de ese momento, el venezolano asegura que las heridas ya están cerradas, y que hoy se encuentra listo para volver al escenario que tantas alegrías le diera en las ediciones de 1991, 1999, 2002 y 2003.

"Me veo volviendo cantando todas mis canciones, pero no sé si como animador. Si algo tiene Chile son animadores espectaculares. Por lo tanto, yo sobro como presentador, como sobraba en aquella oportunidad. Volvería con unas ganas enormes como artista a cantar mi repertorio, y eso va a suceder en algún momento", dice el intérprete de "Tan enamorados".

Sobre su llegada a la animación del certamen, recuerda que "Antonio (Vodanovic) nos dejó a todos de una pieza cuando anunció que se iba, y nadie, nadie, nadie quiso asumir esa responsabilidad". La oferta económica y el reto profesional lo llevaron a aceptar el desafío que le planteó Canal 13, y aunque no logró la recepción esperada en un comienzo, asegura que el episodio "de ninguna manera puede tocar mi relación artístico-musical con el público chileno, que ha sido siempre hermosa".

Por lo mismo, desde entonces regresó a ofrecer un concierto y a participar en varias teletones, y mañana estará nuevamente de regreso en la Arena Movistar, para saldar la deuda que dejó en la reciente gira de su disco Soy feliz, que pasó por el cono sur, pero no por suelo chileno.

"Chile, por complicaciones logísticas, no entró en la pasada que hicimos por el sur. Fue sin querer, pero al mismo tiempo era el colmo no tocar en Chile, así es que surgió la posibilidad de ir ahora y nos encantó", cuenta. "Por otro lado, me da la oportunidad de ampliar el concierto y no supeditarlo a Soy feliz, sino probar con un repertorio ampliado".

De este modo, la cita de este viernes 25 se centrará "en un 80 por ciento en un repertorio que afortunadamente son canciones muy conocidas en Chile, que no puedo dejar de apelar a ellas, porque sería como invitar a la gente a que le devuelvan las entradas. El otro 20 por ciento son canciones que no he ejercido en Chile, temas que no había grabado la última vez que estuve hace tres años y medio".

Así, entre piezas como "En el último lugar del mundo" y "Déjame llorar", habrá también un breve set rítmico, además de una canción que representa el fuerte vínculo que Montaner tiene con la religión cristiana. El resto, sólo éxitos probados.

La cita es mañana a las 21:00 horas en el recinto de Parque O'Higgins, y las entradas están en venta a través de Feriaticket por valores que van de $19.000 a $61.500 (los tickets de $5.600 y $89.500 ya están agotados).

Mi amigo Felipe Camiroaga

Cuando Montaner habla de su paso por Viña 2005, y sentencia que "si algo tiene Chile son animadores espectaculares", hay un nombre que no puede evitar recordar: Felipe Camiroaga. El venezolano se refiere al fallecido conductor como "mi amigo", y aunque reconoce que no tenían un vínculo estrecho, cuenta "no hubo ida mía a Chile en que por alguna razón no me encontrara con él".

Por lo mismo, el fatal accidente en la Isla Juan Fernández lo golpeó como a un chileno más. "Lo recuerdo como si fuera hoy, sentado frente a mí en las gradas de Viña, cuando me tocó ser animador, dándome ánimo noche tras noche para que siguiera adelante. Estaba sentado viéndonos a mí y a Myriam (Hernández), y él disfrutaba de las noches del Festival. Eso me tocó mucho. Su estar con uno lo hacía todo muy fluido, era siempre muy agradable, cariñoso, siempre muy respetuoso. Como a cualquier chileno, cuando sucedió lo que sucedió, se me rompió el corazón".

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