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Jorge Drexler: "Para mí, Chile inventó el Twitter en el siglo XIX con La Lira Popular"

El cantautor uruguayo habla de su último disco, de las dos presentaciones que hará en nuestro país y de su amiga Ana Tijoux. "El que quiera decirle algo, ¡que se meta conmigo!", dice sobre el comentado episodio "cara de nana".

28 de Abril de 2014 | 13:37 | Emol
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''Ojalá que esto sirva para reconstruir de manera más planificada esos barrios de Valparaíso, que eran barrios muy pobres y muy vulnerables'', dice Drexler a propósito del incendio, como siempre bien informado.

EFE

SANTIAGO.- En 2005, el músico uruguayo Jorge Drexler —posado en el escenario junto a su guitarra, en la canción del disco Eco "Don de fluir"— aseguraba que "los músicos no bailamos". A casi una década de ello, con un nuevo álbum bajo el brazo y 49 años, apunta exactamente a lo contrario: "Esa consigna caducó", afirma.

Para muestras, ahí está el sencillo "Universos paralelos", con el que promociona su reciente disco Bailar en la cueva, y en cuyo clip podemos verlo bailando e incluso haciendo coreografías.

Justamente es ésa la invitación que el cantautor hace para los próximos 9 y 10 de mayo en el Caupolicán, cuando ofrezca dos conciertos "calientes", en los que invitará al público a dejar atrás el ánimo contemplativo con que alguna vez pudieron acudir a verlo, para ahora estar de pie y en movimiento.

"Yo creo que especialmente en Santiago, en el Caupolicán, que es un teatro muy caliente y muy temperamental, yo creo que parte del show se va a ver de pie. Una parte grande del show. Iremos llevándolo de la mano del público, incitándolo a bailar de a poco. Pero sí, éste es un show más expansivo que los anteriores y voy con una banda muy grande y muy poderosa", adelanta.

-¿Cómo fue para ti experimentar haciendo una coreografía? Para los fans ha sido entretenido verte en esa faceta ahora...
-Fue algo completamente novedoso. Yo nunca había hecho una en mi vida, y ninguno de los otros tres que están conmigo tampoco. Y creo que a pesar de nuestros esfuerzos, eso se nota en el video (ríe). A pesar del trabajo maravilloso de nuestra coreógrafa, que fue muy paciente con nosotros, estuvimos, aunque no lo parezca, una semana ensayando. El video está dirigido por uno de mis directores y amigos favoritos de aquí de España, David Trueba. Es justo un director que acaba de ganar seis Goya en la última edición, y que está en el mejor momento de su carrera... David decide meterse en esta aventura de no sólo dirigir, sino también bailar: Él es el señor del abrigo.

-¿Y los otros bailarines son tan connotados como Trueba?
-Los otros dos son un productor musical y un periodista. Son caras muy conocidas en España, pero más que todo son cuatro amigos que nos juntamos en una tertulia a charlar e intercambiar ideas una vez por mes. Nos juntamos a comer, y en una de esas comidas para charlar de la vida les dije "no sé qué hacer con el video clip. ¿No quieren bailar? Me gustaría hacer un video clip con una coreografía. ¿No quieren ustedes ser los bailarines?". Y me dijeron que sí. Y fuimos ahí los cuatro inexpertos (ríe a carcajadas).

-¿Y qué pasó con la consigna que detallas en la canción "Don de Fluir", ésa de que "los músicos no bailamos"?
-¡Caducó! Tengo la alegría de comunicarle a la audiencia que esa consigna caducó. Venía caducando de hace tiempo ya.

-Entonces si alguna chilena te ve por ahí puede invitarte a bailar. Ya no habrá excusa...
-Así es... Me encanta bailar. Yo creo que algo muy bueno que tiene la realidad, y por lo tanto tienen las consignas, es que la realidad cambia y las consignas también cambian. Y a mí me gusta mucho bailar. No sé si lo hago bien o si lo hago mal. Cuando lo hago conectado lo hago bien, y cuando no lo hago conectado lo hago mal, como todo el mundo. Hay dos maneras de bailar: Conectado o desconectado. Por más técnica que tenga uno, si no está conectado con lo que está bailando, toda experiencia pierde sentido. Y por más carencia de técnica que tenga uno, por más torpeza física, si consigue abstraerse del juicio, cerrar los ojos y oír el 'clac' con el que se rompen los cerrojos... Si uno consigue eso, el baile es una de las experiencias más transportadoras que conozco.

El episodio "cara de nana"

Por cierto, las bondades del Caupolicán no son de ninguna manera lo único que Drexler sabe de Chile. Como siempre bien informado, el uruguayo aprovecha este contacto con un medio local para mandar un saludo a los porteños, tras la reciente tragedia que asoló a Valparaíso, y para destacar que los chilenos tienen "una resistencia ante la adversidad que no conozco a ningún otro país", a propósito del anterior terremoto en Iquique y nuestra interminable serie de catástrofes.

Aunque su mayor contacto con Chile vino antes, de cara a la grabación de Bailar en la cueva. Allí, en el epílogo de la canción "Universos paralelos", suena una voz que por estos lados nos es más que familiar: Ana Tijoux, la misma que en 2011 había convocado al cantautor a marcar el quiebre en su tema "Sacar la voz".

"Es un honor para mí trabajar con Anita Tijoux. La admiro enormemente. Claro que eso no es muy original, porque la admira mucha gente, desde Thom Yorke hasta varios periodistas que me entrevistaron desde distintos lados. Anita es maravillosa. Tiene una voz tan hermosa, y tan inteligente como es ella personalmente también. Entonces, al final de esa canción yo necesitaba musicalmente un universo paralelo. Una voz femenina. Y no cualquier voz, sino la de Anita", cuenta.

"La llamé por teléfono y le dije: 'Mira, tengo una canción que no sé cómo resolver, y estoy seguro de que tú me puedes ayudar. Me falta otra faceta del prisma'. Entonces le mandé la canción y ella escribió ese texto y lo cantó, y el primer envío que hizo, quedó".

-¿Te habías imaginado originalmente que fuera un segmento rapeado, o fue ella la que aportó con eso?
-Yo le di su espacio en la canción. De hecho le habíamos dado la mitad del espacio, pero fue tan bueno lo que mandó, que lo duplicamos e hicimos más espacio para que entrara todo su texto. Yo quería que ella rapeara, que ella hablara al final de la canción. Así que estoy muy feliz del resultado.

-Ana hace poco tuvo un inconveniente en un concierto masivo: Fue víctima de clasismo, por parte de algunas personas que la llamaron "cara de nana". ¿Qué te parece esta situación?
-Me parece uno de los actos más estúpidos del ser humano. Anita es una de las mujeres más guapas, una de las mujeres más lindas que conozco. El que quiera decirle algo a Anita, ¡que se meta conmigo y con todos los músicos que amamos a Anita! No es sólo una cantante inteligente, sino una de las mujeres más hermosas que conozco, literalmente.

-¿Por qué crees que se vive aún ese clasismo en nuestros países? ¿Qué ves en esto?
-
Me parece tan estúpido, que no sé ni cómo comentarlo, la verdad. Me parece de las cosas más estúpidas que hay, y además de todo me parece que es como si la belleza perteneciera a algún tipo de ideal o algún tipo de etnia. Me parece un delirio, no lo puedo comprender. Viene de los grados más altos de la estupidez humana esa afirmación, creo yo. Es horrible. ¡En qué estamos pensando los sudamericanos que no nos damos cuenta de que somos un continente mestizo!, y que eso no sólo es nuestra característica, sino nuestro principal don. Es lo que nos va a abrir las puertas a futuro. Venimos de una sociedad hecha de una combinación de cosas. Esa es la gracia de nuestro continente, la interacción de los asturianos con los indígenas, con africanos, con franceses, con judíos, con todo tipo de gente combinada. No sé, me parece una estupidez ese tipo de reacción. No puedo entender eso. Supongo que Ana habrá hecho lo que corresponde, que es reírse...

-A propósito de Sudamérica, ¿la canción "Bolivia" tiene que ver con tu padre, tu historia...?
-Es una canción que quiero mucho. Es una canción de las más autobiográficas del disco, que habla de un episodio real de mi familia, de cuando mi padre con cuatro años y mis dos abuelos escapan de la Alemania nazi, y el único país que les dio asilo en ese momento fue Bolivia. Y cuando fui a cantar a Bolivia se me hizo patente hasta qué punto era simbólico y era una metáfora y un símbolo tan hermoso, el hecho de que un país tan pobre hubiera prestado ayuda solidaria a unos inmigrantes europeos. Qué importante y cuánto dice eso de la historia, del carácter pendular de la historia, que no hay que olvidarse que la historia cambia. Y quienes hoy todo tienen, mañana por todo imploran, como dice el pedazo de letra que interpreta Caetano Veloso en esa canción. Esos actos son la cosa más linda del ser humano. Como la solidaridad de Chile ante las catástrofes, como los voluntarios trabajando en Valparaíso, muy bonito de ver. El ser humano en el estado más generoso y no en el más estúpido, como el del tipo que le dijo eso a Anita Tijoux (ríe). No salgo de mi asombro.

-Pensando en tus próximos discos, tú eres un asiduo usuario de Twitter, que siempre sorprende con versos en 140 caracteres. ¿Cómo vives esa comunicación de redes sociales?
-A mí me interesa la comunicación. Me interesan las redes sociales en general, no sólo las generadas por las tecnologías. Todas, digamos. Chile tiene un ejemplo maravilloso que era un periódico de finales del siglo XIX, principios del siglo XX, que se llamaba La Lira Popular.

-¿Comparas eso con las redes sociales?
-Para mí, Chile inventó el Twitter. La Lira Popular se llamaba a la literatura de cordel. Era un periódico escrito. Se escribía día a día. Se imprimían artesanalmente las hojas, se ponían a secar en un cordel y estaba escrito en verso. O sea, tenía una restricción de forma y una restricción de duración. Eran versos breves, habitualmente en décimas, que es una de mis estructuras de versos favorita, y hablaban de los sucesos del día. O sea, tenían varias de las virtudes y defectos de Twitter. Una tendencia a la imprecisión, a los errores, al uso a veces forzado del lenguaje, a la difamación, muchas veces. Pero tenía también la inmediatez que tiene Twitter, el carácter masivo y popular, en el sentido de que era la voz del subconsciente de la gente, y también la brevedad y lo efímero que tiene Twitter. Al día siguiente, esa crónica ya no servía de nada, ya había una nueva. De hecho lo menciono en la canción de Anita Tijoux, la que grabamos en su disco anterior, "Sacar la voz". Al final hay una mención a La Lira Popular.

-Cerremos con una invitación para el 9 y 10 de mayo...
-Acérquense al Caupolicán a ver un tipo diferente de concierto mío. Un tipo de concierto más expansivo, y a catalizar desde el cuerpo las emociones. A parte que el Caupolicán está hecho para este show. Es muy muy caliente, y yo creo que parte del show va a ser visto de pie...

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