Fiesta de reinas y reyes

Al momento del último bis de la jornada de larga duración en que se transformó este miércoles 29 de octubre el lanzamiento del nuevo disco de Chico Trujillo, el clownesco personaje que trabajó como animador/presentador de la noche motivó al entusiasmo del público en el Teatro Caupolicán apelando a esa gente que en todos estos años ha bailado, saltado y vacilado con el grupo en otros recintos santiaguinos, como el bar Las Tejas de la misma y céntrica calle San Diego, o en el hoy clausurado Galpón Víctor Jara de la Plaza Brasil. Y es cierto que la presentación en vivo del EP Reina de todas las fiestas (2014) tuvo gran parte del ambiente y el espíritu de las juergas que la banda cumbiera y bailable encabezada por Aldo Asenjo, el Macha, ha sabido armar en esos lugares.

Primero por la extensión. Casi cuatro horas pasaron desde que subieron al escenario los primeros invitados hasta que sonó el último redoble de Chico Trujillo para despedir el show. Luego por los invitados. Como suele pasar en las jaranas de Las Tejas, y como funcionaba en esa matriz de la juerga santiaguina que fue siempre el Galpón Víctor Jara mientras funcionó, la presentación del miércoles en el Caupolicán fue una jornada colectiva, iniciada por Lakitas del Sol, reanudada por Wiracocha, continuada por Chin Chin Tirapié y rubricada recién en cuarto lugar por Chico Trujillo. Es decir una tropa de lakas o de ejecutantes de zampoñas llegada de Valparaíso, una banda festiva de bronces venida de Iquique, y un elenco de bailarines, músicos y chinchineros de la capital que terminó de armar la fiesta, con esa comparsa que en la hora previa al concierto ya estaba festejando en la vereda del teatro en San Diego, y que luego se paseó entre el público al son de la cumbia y el baile.

"Apúrense que mañana tengo que ir al colegio", gritaba a esas alturas, a lo mejor en broma, pero a lo mejor en serio, uno de los asistentes en las apretadas primeras filas de la cancha del Caupolicán, cuando ya la celebración había sido prendida y alimentada por las bandas invitadas. A las 11.20 de la noche el animador hizo la presentación de rigor y Chico Trujillo salió a escena a subir el festejo a un siguiente nivel, porque en directo este grupo muestra la aptitud ya adquirida y rodada en cientos de escenarios para estimular esa fiesta. El citado Reina de todas las fiestas era el primer motivo para estar ahí, y el grupo puso a sonar cinco de las seis canciones incluidas en el EP, entre ellas la que da título al disco, la melódica "Malgeniosa", la ya coreada "Chatito", bien conocida por el público, y la contingente "Abajo del bote", con sus saludos a ciudades de la región de Valparaíso como Cabildo y Petorca, y su dedicatoria a las zonas del país donde "se están robando toda el agua las mineras", según la denuncia en vivo del Macha.

"Tenemos la media cueva", decía en buen chileno otro de los asistentes de primera fila a su compañera, a la altura de la novena canción, porque para entonces y por la misma plata de la entrada, además de haber visto a la tropa de lakas, la banda de bronces, el grupo de chinchineros y la orquesta cumbiera, iban a empezar a apreciar a los invitados de la jornada, partiendo por Ana Tijoux. "Una tremenda músico que nos representa por todas partes", fue la presentación del Macha para que Tijoux recibiera una ovación de marca mayor, antes de que ambos cantaran y bailaran a dúo una cumbia de sabor colombiano en compañía de la banda. "Un musicazo chileno: Alvarito Henríquez", dijo a continuación el dueño de casa, y guitarra en mano el cantante de Los Tres, también socio previo del Macha, salió a escena para interpretar una trilogía entre una cumbia, la versión de bolero a cumbia de "Loca", y una ranchera. "Vamos a hacer un tema que es un himno, no sólo aquí sino en muchos otros países", dijo en tercer término, y entonces la cumbre de la noche quedó rubricada por Horacio Salinas, Horacio Durán y José Seves, los integrantes mayores de Inti-Illimani Histórico, para tocar esa significativa composición instrumental de Salinas que es "Alturas".

Aparte de uno de los mejores momentos de la noche, ésa fue otra evidencia del método musical Chico Trujillo. "Alturas" partió con el sonido original de la canción, acústico entre Salinas en guitarra, Durán en charango y Seves en zampoña, acompañado en el mismo instrumento por Camilo Salinas, que es hijo de Horacio e integrante a la vez de Chico Trujillo e Inti-Illimani Histórico. Y luego quedó transformada a ritmo de cumbia y reforzada por Chico Trujillo en pleno, en compañía además de Wiracocha y Lakitas del Sol, como pasó en varios otros momentos de la jornada. Fue una muestra sólida de cómo hacer crecer una canción con respeto y libertad al mismo tiempo. Y es otra canción de Reina de todas las fiestas, disco bien balanceado en el repertorio con cinco canciones de Gran pecador (2012), dos de Plato único bailable (2008), otras cinco de Cumbia chilombiana (2006), tres de ese combo de discos en vivo que son Fiesta de reyes (2003) y Vivito y coleando (2010) e incluso una de Chico Trujillo y la señora imaginación (2001), ese ya lejano primer disco que fue recordado en vivo con la melódica "Cabildo" y sus guitarras acústicas.

En otras palabras, fueron impactos como "Conductor", "La pollera amarilla", "Medallita", "Loca", "El eléctrico" o "La escoba". Y tener en cuenta esa historia permite por último apreciar además el buen entendimiento que demuestran entre sí los actuales integrantes de Chico Trujillo, un elenco de doce músicos en permanente dinámica en vivo. Hay desde fundadores como el propio Macha, el guitarrista Michael Magliochetti, el bajista Tuto Vargas y el baterista y percusionista Juan Gronemeyer, quien esta noche se dio el gusto de celebrar su cumpleaños 38 en vivo con la banda; hasta nuevas oleadas de músicos que han ingresado al grupo, como el frente de bronces entre Sebastián Cabezas (trompeta), Luis Tabilo (trombón), Leo Ruiz (saxo) y un saxofonista más, o el aporte definitivo que representa el cuarteto formado por Patricio Quilodrán en quena y cuatro, el citado Camilo Salinas en acordeón y teclado, Joselo Osses en el inconfundible sonido del órgano Hammond, y Claudio "Pajarito" Araya en diversas percusiones. En otras palabras, es experiencia fraguada en Sol y Lluvia (Quilodrán), Inti-Illimani (Salinas), un grupo cuequero como Los Tricolores (Osses) y una saga que va desde Huara a Congreso (Araya), todo volcado hoy en Chico Trujillo. Entre las 23.20 y las 00.25 se extendió una fiesta que no sólo trasformó por unas horas el Caupolicán en el Galpón Víctor Jara, sino que terminó también de convertir esta noche de miércoles en el mejor sábado.