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.5: The Gray Chapter

El grupo se repone a la muerte de su bajista Paul Gray con un disco en su memoria, pero que no vale por el recuerdo ni el homenaje, sino por traerlos de vuelta en su mejor forma.

01 de Noviembre de 2014 | 18:47 |
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Cuatro minutos y fracción. Eso es lo que demora la nueva entrega de Slipknot en dejar en claro que las nueve bestias de Des Moines, Iowa, están de regreso luego de seis años de silencio, desde la salida de All hope is gone (2008), y cuando ya parecía que el bramido inconfundible de una de las bandas más populares del nuevo milenio parecía silenciarse para siempre, luego de la muerte del bajista Paul Gray en 2010. Por lo mismo es que este nuevo registro, cuyo nombre es .5: The Gray Chapter, es un homenaje continuo a la figura del músico y, aunque de forma menos consciente, a la misma banda, a su innegable capacidad de salir adelante incluso con la pérdida de Gray y el posterior despido de Joey Jordison, el portentoso baterista de esta agrupación.

No es menos cierto que la versatilidad vocal de Corey Taylor se apreció mejor en Stone Sour que en Slipknot, pero en esta ocasión es impresionante cómo el cantante puede pasar del grito descarnado a momentos más melódicos, como en el segundo adelanto de este registro, "The Devil in I". Ni hablar del desconocido reemplazo de Jordison en las baquetas, otro portentoso baterista que deslumbra con su golpe. Pero más allá de esto, lo verdaderamente notorio de esta nueva entrega de Slipknot es que, con todo el dolor de la pérdida —que en ocasiones se hace explícito—, la banda logra conjugar un trabajo notoriamente completo, en el que en vez de lanzarse de lleno al grito y el recurso fácil, opta por la mezcla entre distintas capas de sonidos.

Así, los de Iowa son capaces de sonar más duros que nunca con temas como "AOV" o "Sarcastrophe" y, al mismo tiempo, mezclar elementos más melódicos como en "Killpop", sin abandonar la dureza extrema de su música. Incluso, hay guiños a sus primeros tiempos, como en "Skeptic", un corte que perfectamente podría haber estado en su placa homónima de 1999. Esta intensidad parece subir de tono en "Lech", otro tema que parece sacado del catálogo más antiguo del grupo. En ambas, como en todo el disco, las referencias al fallecido bajista son notorias, incluso cuando no hablan de forma directa de su figura

Quizás lo más llamativo de .5: The Gray Chapter sea cómo la banda va elaborando los crescendos sin ser una parodia de sí mismos. Se recurre a lo conocido, por ejemplo, en "Lech", pero en "Goodbye", se llega al mismo punto por otro camino, lo que habla de un grupo que con distintos recursos es capaz de generar momentos así de logrados. Y quizás éste sea el tema en el que más se explicita el dolor del grupo por la pérdida de Gray, cuando Taylor brama "nadie puede saber lo que sentimos". Así de visceral es este nuevo trabajo. Y con muchos más matices, como en "Nomadic", donde Slipknot se pone el traje de grupo metal de la vieja escuela.

Quizás la extensión de este álbum pueda jugar en contra. Es cierto que hay partes que parecen estar de más, pero lo que lograron los de Iowa pocos grupos lo hacen. Es que cuando nadie daba un peso por su futuro, lograron no sólo sobrevivir, sino que, además, demostrar que el grupo es mucho más que la suma de todos sus integrantes: Una unidad compacta, que mientras más duro sea el ambiente que la rodea, mejor y más poderosa es su respuesta.

Felipe Kraljevich M.

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