SANTIAGO.- El Gobierno dio por superado el impasse con las Fuerzas Armadas surgido a raíz del almuerzo con publicidad que sostuvieron los máximos representantes de los institutos castrenses y de orden.
El ministro del Interior, José Miguel Insulza, afirmó que el país tiene un orden institucional. Resaltó que el Presidente Ricardo Lagos conversó del tema con autoridades militares y dio por concluido el incidente y por lo tanto "no caben más declaraciones sobre eso".
Ante una consulta de si el Gobierno aceptará la deliberación conducida, el ministro respondió que "no se trata de aceptar o no la deliberación, sino simplemente de cumplir las normas institucionales en un estado democrático en lo que todo el mundo está de acuerdo como lo manifestaron ayer los comandantes en jefe y el Presidente de la República, por lo que éste es un tema completamente superado".
En cuanto a la molestia expresada por el director ejecutivo de la Fundación Pinochet, Luis Cortés Villa, por las críticas y la reacción del Primer Mandatario por el encuentro de los uniformados, el jefe del gabinete señaló que tiene derecho a decir lo que quiera porque es un civil. "No hay ningún problema que dé su opinión y que la dé como corresponde en cualquier democracia", dijo.
Por otra parte, José Miguel Insulza destacó que desde su inicio el Gobierno ha sostenido que va a conversar y dialogar con todo el mundo, basado en su política de puertas abiertas. "Naturalmente, de pronto se corre el riesgo necesario de que alguna gente no quiera venir, pero eso es parte de la regla que nosotros nos hemos puesto", a la vez que reiteró el ánimo del Ejecutivo de recibir a los partidos de derecha, de la Concertación y los sectores sociales para continuar con el diálogo. Sin embargo, declinó comentar la actitud de la oposición de solicitar audiencia y posteriormente no concurrir a La Moneda.
El secretario de Estado también desestimó que parlamentarios de la Alianza por Chile se nieguen a votar proyectos del Ejecutivo en el Congreso como consecuencia de las diferencias surgidas en los últimos días por el juicio al senador vitalicio.
"Yo espero que la angustia de algunos personeros de la derecha por el caso Pinochet no les lleve al punto de votar en contra de las leyes por principio, sería absurdo", subrayó José Miguel Insulza.
