SANTIAGO.- Como un triunfo de "la causa de Chile" calificó el presidente de la Confederación de Camioneros el término de la paralización del gremio, tras llegar en acuerdo verbal con el presidente del Senado, Andrés Zaldívar, y el timonel de la Confederación de la Producción y el Comercio, Walter Riesco.
Según el dirigente del transporte, el fin del paro se hace porque "al final se ha impuesto la cordura, hemos encontrado personas que nos otorgan garantías ética y moral, que ha carecido nuestros interlocutores en las conversaciones", dijo, aludiendo al ministro del Interior, José Miguel Insulza.
No obstante, Moya no ahondó en los puntos coincidentes con Zaldívar y Riesco, que probablemente llegaría a la autoridad gubernamental. Simplemente, el paro finalizó, por lo cual Moya agradeció "a miles y miles de hombres desesperados clamando en el desierto, burlados y engañados por las autoridades".
Asimismo, planteó que existen diversas materias pendientes, como "cobros abusivos en escuelas de conductores" y la necesidad de una política estatal sobre el transporte con "reglas claras" y "previamente conocidas".
"Sufrimos graves efectos de progresiva descapitalización, falta de acceso a créditos y endeudamiento por factores ajenos (...) Cada noche y día, a través de nuestros caminos y carreteras, los camioneros somos la columna vertebral del país, trasladamos alimentos, insumos que mueven las fábricas e industrias cuyos productos vendemos en el exterior", sostuvo el dirigente del transporte.
Criticó a los interlocutores del gobierno (Insulza y el ministro de Transportes, Carlos Cruz), pues el paro "pudo haberse evitado (..) con buena voluntad y eficiencia (...) pues nuestras peticiones son razonables"
Aunque no se entendió su satisfacción, Héctor Moya concluyó que la "causa de los camioneros ha triunfado sin odios, sin violencia".
Anunció que, en los próximos días, buscarán un "acuerdo que resolverá nuestras peticiones", gracias -dijo- a las garantías que otorga Zaldívar y Riesco, "chilenos de excepción".
