SANTIAGO.- Junto con lamentar la muerte del estudiante Waldo Bravo Ureta, distintos gremios de choferes exigieron hoy a las autoridades establecer de inmediato la obligación a los conductores del transporte público de tomar un curso profesional para poder desempeñares.
De esta forma, dirigentes de la Conatrach, de la Federación de Camioneros, de choferes de la locomoción colectiva y de buses interprovinciales, consideraron que el fallecimiento del estudiante en un incidente en el que se vio involucrado un chofer de la línea 329, se debería a la poca capacitación que tienen estos trabajadores, junto a sus condiciones laborales.
Con respecto a esto, afirmaron que si los conductores contaran con un salario fijo no se produciría la "competencia demoníaca" que hay en las calles. Por esto, convocó a todas las organizaciones de trabajadores del transporte a efectuar una movilización al Congreso Nacional el 28 de noviembre para exigir el cumplimiento de la ley de la escuela de conductores, como así las distintas disposiciones que regulan el transporte público, como la utilización de cobradores automáticos o humanos y la obligatoriedad del cierre automático de las puertas, mientras las máquinas estén en movimiento.
Por último, planteó que los empresarios deberían ser considerados como "solidarios" por los tribunales de justicia ante este tipo de accidentes. De esta forma, se constataría la situación laboral de este trabajador y la responsabilidad del dueño de la máquina en caso de constatarse irregularidades.
Frente a la responsabilidad del conductor que participó en el incidente, enfatizó que "la justicia le dio libertad bajo fianza por los testigos que presenciaron el hecho y por lo que estos dijeron. Si el conductor hubiera actuado muy mal, como se esta diciendo, el conductor aún estaría detenido y este esta libre bajo fianza".
