CORONEL.- El centro penitenciario de Coronel retorna lentamente a la calma, tras el motín registrado ayer que dejó un saldo de dos gendarmes y un reo lesionados.
La versión oficial entregada por el Director Regional de Gendarmería y ratificada por el intendente de la Octava Región, Jaime Tohá, indica que los desórdenes se iniciaron por la detección de un túnel de dos metros de profundidad en uno de los módulos del recinto carcelario.
En versiones extraoficiales, se sabe que los reos lanzaron una estufa con parafina a los gendarmes Oscar González y José Yáñez, provocándoles quemaduras en el 15 y 20 por ciento del cuerpo, respectivamente, y que los mismos reos lesionaron a golpes al recluso José Pérez de Arce de 41 años, acusado de dar a los oficiales la información de intento de fuga, por lo que habría sido tomado como rehén durante la refriega.
Pese a que las autoridades dieron por terminado el conflicto anoche, familiares de los internos amanecieron en el frontis del centro penal, esperando noticias del estado de salud de los presos, especialmente por el ingreso durante la madrugada de efectivos de la unidad de servicios especiales penitenciarios de Santiago, los que se encontraban fuertemente armados.
