GINEBRA.- Un tercio de los niños chilenos viven en la pobreza y se enfrentan a problemas tan graves como la prostitución, la explotación económica o el abuso, según un informe del Comité de Derechos del Niño de la ONU, hecho público hoy, viernes.
En sus conclusiones del examen del segundo informe periódico presentado por Chile, el Comité muestra su preocupación por la persistencia de problemas estructurales, como las desigualdades económicas y sociales que afectan especialmente a los niños pobres, a los que viven en zonas rurales y a los indígenas.
El informe destaca, entre otros problemas, el difícil acceso a la educación para estos grupos, el alto número de menores de 15 años que son explotados económicamente, el alza de la prostitución de niños o el aumento de los que consumen drogas o padecen el Sida.
Uno de los aspectos más graves, a juicio de los expertos, es la práctica extendida del abuso de los niños dentro de la familia y de las instituciones, incluido el Servicio Nacional de Menores, según las informaciones recibidas por el Comité.
Igualmente lamenta la falta de información sobre el abuso de los niños, las inadecuadas medidas y recursos para prevenir y combatir estos problemas y la falta de programas de reintegración social para los menores.
Las tasas de mortalidad infantil en Chile son muy dispares en función de si los niños son indígenas, viven en áreas rurales, pertenecen a estratos sociales bajos o sus madres tienen un bajo nivel de educación.
También hay un alto nivel de mortalidad maternal debido a complicaciones tras la práctica de abortos ilegales, sobre todo entre las adolescentes embarazadas.
Esta es una de las consecuencias de la falta de programas de salud reproductiva, añade el documento.
El difícil acceso a la educación, el alto grado de abandono de la escuela al no poder los niños compatibilizar los estudios con el trabajo y la escasa aplicación de programas específicos para los menores, son otras de las preocupaciones del Comité.
En la legislación chilena no hay una distinción clara entre los niños que necesitan cuidado y protección y aquellos que están en conflicto con la ley, ni existe coordinación adecuada entre las agencias del Gobierno, tanto nacionales como locales.
Una muestra del desfase de las leyes en Chile es el hecho de que siga señalando como edad mínima del matrimonio, con el previo consentimiento de los padres, los 12 años para las niñas y 14 para los niños.
Aunque se trata de una provisión que no se utiliza en la práctica, sigue existiendo en las leyes, lo que demuestra la necesidad de una reforma legal, que debería incluir el establecimiento de una edad mínima de responsabilidad penal, tal y como ya pidió el Comité en el examen del informe anterior de Chile.
Los expertos muestran su preocupación por la falta del pleno respeto de los principios de no discriminación, mejor interés para los niños, derechos a la vida, supervivencia y desarrollo del niño reflejado en la legislación nacional y en las decisiones judiciales, políticas y administrativas.
Tampoco se ha desarrollado por completo el Plan Nacional para acabar con la discriminación y sigue existiendo el castigo corporal, socialmente aceptado y practicado en las familias, escuelas y otras instituciones.
