SANTIAGO.- El vicario de la Pastoral de los Trabajadores del Arzobispado de Santiago, padre Ignacio Muñoz, dijo hoy que el conflicto de los funcionarios del Servicio Médico Legal (SML) es responsabilidad del gobierno, debido a que no se respetó una palabra empeñada en 1999.
El sacerdote solicitó el restablecimiento de la mesa de diálogo social que comenzó a reunirse tiempo atrás entre trabajadores, empresarios y el gobierno.
Respecto de la huelga que desarrollan los trabajadores del SML, el prelado dijo que en 1999 se prometió enviar al Congreso un proyecto de ley orgánica, cuyo plazo fue extendido del 15 de septiembre de este año al 29 de noviembre.
"Se ha visto desidia del Gobierno y debe tomarlo muy en serio. Como los funcionarios ya no dan más, no pueden seguir sufriendo más, han ido cediendo por el bien común", precisó.
Agregó que "como hay tanta desconfianza entre los trabajadores, debeía firmarse un protocolo público de acuerdo, porque es mucha la gente que sufre al no contar con este servicio del Estado".
Haciendo un análisis más global de la situación de los trabajadores en el pais, el vicario dijo que "sería muy importante que en definitiva se convoque a la mesa de diálogo social, pero ojalá sea más amplia y más permanente, donde participen los trabajadores de las diversas tendencias; los grandes, medianos y pequeños empresarios y del Gobierno, para elaborar los proyectos necesarios para enfrentar el drama de la cesantía y de la inseguridad laboral que cada dia crecen más".
Asimismo, mencionó que espera que la jornada de movilización convocada por la CUT para mañana miércoles sea una instancia de reflexión.
"Es legitimo manifestarse por los grandes problemas que hoy afligen a los trabajadores. Sin embargo, mi anhelo más grande es que este sea un instrumento de reflexión, de diálogo, y sobre todo de propuestas reales y posibles, ya que la movilización comenzará, segun se ha sabido, con asambleas en los sindicatos y organizaciones laborales".
"Me gustaría invitar a una movilización de verdad, positiva, pacífica. Salir a protestar con odiosidad, con violencia, no conduce a nada. Más bien tenemos que aportar a la búsqueda del respeto a los legítimos derechos de los trabajadores. Me gustaría que la movilización de mañana sea madura y con altura de miras", concluyó.
