
Griselle Rojas, su marido Felipe Fernández y sus hijas Maite y Andalí. (El Mercurio)
SANTIAGO.- En buenas condiciones médicas se encuentra la joven Grisselle Rojas, luego de que un equipo de facultativos realizara anoche una microcesárea en el hospital Luis Tisné de Peñalolén, debido al mal estado de su embarazo de 22 semanas, con un crecimiento descontrolado de la placenta, situación que puso en riesgo su vida.
El doctor Erasmo González, médico tratante, señaló que la intervención se realizó sin complicaciones y que a la joven ahora le espera un largo tratamiento con el fin de eliminar las células embrionarias que se desarrollaron anormalmente en su útero.
Asimismo el facultativo precisó que la operación no fue un aborto terapéutico. "Esta es un microcesárea, un parto prematuro que se indica por una patología de la mamá", afirmó el médico.
Dos horas y media duró la operación de microcesárea mediante la cual se puso fin al embarazo de la joven de 27 años que pidió públicamente un aborto terapéutico.
El feto fue extraído del cuerpo de la madre y permaneció vivo durante tres minutos. Pese a lo que se temía, no fue necesario practicar una histerectomía, como había planteado en un principio, sino que se le extirpó un quiste ovárico.