LA PAZ.— Las fuerzas armadas bolivianas emitirán un pronunciamiento contra la eventual elección por parte del Gobierno de un puerto chileno para la exportación de gas a Estados Unidos, coinciden el domingo varios medios de comunicación.
Sin identificar a sus fuentes, el diario La Prensa, la agencia nacional de noticias Jatha y el semanario Pulso sostienen que los militares -a quienes la Constitución prohíbe inmiscuirse en asuntos políticos- darán su posición el 23 de marzo, cuando Bolivia conmemora la pérdida de su salida al Pacífico en una guerra que sostuvo con Chile en 1879.
El Gobierno no ha dado a conocer una posición oficial sobre los informes de prensa.
La Prensa sostiene incluso que en "corredores del Congreso" se habla de un posible golpe cívico-militar, ante la debilidad en que se encuentra supuestamente el Gobierno después de la violenta revuelta de febrero, detonada por un motín policial.
El diario compara la situación de virtual acorralamiento por parte de la oposición y los sindicatos al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada con la que derivó en Ecuador en el derrocamiento, en el año 2000, del entonces presidente Yamil Mahuad.
El canciller Carlos Saavedra Bruno dijo el domingo que la decisión sobre el puerto "no será tomada a espaldas del pueblo" e insistió en que mientras el consorcio interesado en exportar el gas, Pacific LNG, y su posible comprador en Estados Unidos, Sempra Energy, no lleguen a un acuerdo definitivo, Bolivia no elegirá el puerto.
Pero Pacific sostiene que el negocio, que implica una inversión inicial de 6.000 millones de dólares, no es viable económicamente si no se hace la exportación por Chile. Desestima así el ofrecimiento de Perú de usar su puerto de Ilo.
La agencia Jatha sostiene que los militares consideran que pronunciarse sobre el tema no sería deliberación, algo que la constitución prohibe.
Pulso y La Prensa coinciden en que no parece probable que el pronunciamiento surja del alto mando militar, sino de facciones de menor peso institucional.
El matutino publica declaraciones del analista Juan Ramón Quintana, quien dice temer que "las relaciones prebendales entre el poder político y los mandos militares pueden silenciar la representación de las fuerzas armadas en el tema gas".
"El segundo temor es que ese pronunciamiento en lugar de salir del cuerpo de oficiales, provenga de sargentos y suboficiales. Si así fuese sobrevendría un cataclismo jerárquico que pondría en jaque al sistema político al derrumbarse el edificio disciplinario de las fuerzas armadas", agrega.