SANTIAGO.- En el marco de una gira latinoamericana que tiene por objeto dar cuenta de la actual situación política y económica por la que atraviesa su país, el vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, se reunió este mediodía en el palacio de La Moneda con el Presidente Ricardo Lagos.
El personero, quien en días anteriores ha visitado Brasil, Uruguay y Argentina, se ha reunido con los máximos dirigentes de cada uno de los países para informarles del estado de avance que registran las conversaciones con la oposición venezolana con el auspicio del denominado "Grupo de Amigos de Venezuela".
Compuesto por Brasil, México, Estados Unidos, Portugal, España y Chile, y con el aval de la Organización de Estados Americanos (OEA), el grupo intenta encontrar una salida democrática entre el Gobierno del Presidente Hugo Chávez y la oposición.
Ésta, que exige al Ejecutivo la convocatoria de un referéndum electoral para lograr la renuncia del Presidente Chávez, llevó a cabo un paro cívico durante más 90 días, el que afectó la normal producción petrolera y la estabilidad social, política y económica del país.
En el marco de las conversaciones entre el Gobierno y la oposición por intermedio de la OEA, Rangel emprendió una visita a distintos países de la región para explicar que su Gobierno está dispuesto a realizar el referéndum de aprobación o rechazo a la labor de Chávez, pero sólo cuando se cumpla la mitad del período de su mandato, en agosto próximo.
Decidido a revertir la negativa imagen internacional que se tiene de la administración "chavista", el personero venezolano conversó con Lagos de la disposición de su gobierno de seguir adelante con las negociaciones democráticas, pero además de la participación que deberán desempeñar los veedores internacionales en caso de que se convoque a la referida consulta popular.
En este ámbito, Rangel escuchó del Primer Mandatario chileno algunos consejos de cómo conducir el diálogo democrático con los sectores contrarios a la gestión de Chávez, y de la necesidad de depurar el padrón electoral para evitar acusaciones de fraude tras la consulta.
Relaciones en buen pie
A la salida de la reunión con el Presidente Lagos –que se extendió por aproximadamente una hora- Rangel informó que en ésta no se trató la imprudencia diplomática que protagonizó el ex embajador chileno en ese país, Marcos Álvarez, tras el levantamiento de un grupo de militares que derrocó por algunas horas al Presidente Chávez, y dijo que las relaciones pasan por un buen momento.
"La crítica no fue negativa, porque el fondo de la posición chilena fue repudiar el ataque al régimen democrático. Esa fue la esencia del planteamiento de Chile que nosotros asumimos plenamente", dijo el vicepresidente venezolano.
En aquella ocasión, el representante diplomático chileno se apresuró en calificar a la conducción de Hugo Chávez como la responsable de la convulsionada situación política en que derivó el descontento ciudadano.
Superado el incidente, la administración Lagos destituyó al embajador Álvarez de su labor en Venezuela y emitió una nota en la que valoraba el restablecimiento democrático.
Pese a ello, el vicepresidente venezolano prefirió destacar los lazos afectivos que se han producido entre Chile y Venezuela a lo largo del tiempo.
"Las relaciones entre Chile y Venezuela no las puede perturbar nadie, porque son relaciones blindadas por el afecto y por una historia común", recalcó el personero venezolano.
