SANTIAGO.- Al recalcar que las determinaciones del Presidente de la República se cumplen, el Primer Mandatario, Ricardo Lagos, salió al paso este lunes de la decisión del ex embajador ante los organismos internacionales acreditados en Ginebra, Juan Enrique Vega, de no acatar una orden del Gobierno, y dijo que cuando se actúa en representación del país no caben las consideraciones morales.
"No quiero hacer mayores comentarios, salvo decir que las instrucciones del Presidente de la República se cumplen y esa es la razón por la que se le aceptó de inmediato la renuncia. No existen imperativos morales cuando se está hablando de la representación de un país, porque el imperativo moral era resolver el tema humanitario en Irak dentro el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", dijo el Primer Mandatario.
Con esta enfática declaración, el Jefe de Estado zanjó la polémica suscitada a fines de la semana pasada cuando el hasta entonces embajador chileno ante los organismos internacionales en Ginebra, Juan Enrique Vega, desobedeció las instrucciones precisas de La Moneda y, en vez de votar en contra una propuesta de los países no alineados y Rusia para tratar la situación de los derechos humanos, se abstuvo.
El voto emitido por Vega causó inmediato un nuevo dolor de cabeza en el Gobierno, ya que agravó las relaciones entre Chile y Estados Unidos a raíz de la guerra contra Irak. Por lo mismo el ahora ex embajador socialista fue llamado de inmediato a Santiago a fin de informar las razones de su decisión.
Amigo personal del Presidente Lagos, Vega justificó su actuación arguyendo que su conciencia lo obligó a buscar vías de soluciones a la crisis humanitaria que podría detonar en Irak a consecuencia de la guerra. Agregó que el Primer Mandatario hubiera votado, en conciencia, de la misma manera.
De ahí que Lagos haya clarificado este lunes que la posición de Chile es que el tema de los derechos humanos en Irak sea abordado única y exclusivamente dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y no en organismos paralelos como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
Ayer, el Partido Socialista entregó su respaldo al ex embajador. Luego de una reunión del Pleno de esa colectividad, quedó de manifiesto que el socialismo está de acuerdo con la decisión adoptada por Vega y de usar todos los medios posibles oficiales y oficiosos para detener la invasión a Irak. Sin embargo, los socialistas reconocen que cuando se trata de política exterior es el Presidente de la República el que tiene todas las atribuciones para fijar el papel del país en estas materias.
