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Abuela de Plaza de Mayo confirma denuncias contra párroco de El Quisco

En declaraciones a Radio Cooperativa, Estela Carloto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo aseguró que el sacerdote argentino Christian Von Wernich "es un personaje siniestro".

26 de Abril de 2003 | 14:02 | EFE
SANTIAGO.- Estela Carloto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, confirmó hoy la denuncia publicada en la prensa chilena sobre el sacerdote argentino Christian Von Wernich, que ejerce de párroco en la comuna de El Quisco y está acusado de haber respaldado y asistido a sesiones de tortura en su país, durante el régimen militar trasandino.

"Es un personaje siniestro, quizás los chilenos no saben que están recibiendo la comunión de unas manos ensangrentadas", dijo Carloto en declaraciones a Radio Cooperativa desde Argentina.

En su última edición, la revista chilena "Siete más Siete" reveló que Von Wernich, bajo el nombre de "Cristián González" es desde 1996 párroco de El Quisco, localidad costera a 106 kilómetros de Santiago con jurisdicción también en Isla Negra,

Su nombre reapareció en Argentina en febrero pasado, cuando Félix Crous, fiscal del Juicio de la Verdad Histórica que se sigue en la ciudad bonaerense de La Plata contra los represores del régimen militar, pidió su detención, acusándole de torturas aplicadas a un matrimonio y a otras 31 personas, muchas de ellas aún desaparecidas.

Sin embargo, el arzobispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, de quien depende la parroquia de El Quisco, negó en el día de ayer a los periodistas que Von Wernich viva escondido y que haya cambiado de nombre.

Agregó que el sacerdote se encuentra en estos momentos de vacaciones en Argentina y sostuvo que la Iglesia no puede juzgar a una persona que aún no ha sido condenada por ningún tribunal.

Por lo tanto el sacerdote continuará con su tarea pastoral en el litoral central, concluyó el arzobispo, mientras los vecinos de El Quisco, consultados por la prensa, se declararon sorprendidos por las acusaciones contra su párroco, de quien tienen una buena imagen.

"A lo mejor Von Wernich impresiona como una buena persona. Ese disimulo, esa doble personalidad, es bastante frecuente en los partícipes de genocidio en Argentina", afirmó Estela Carloto.

Aunque la tarea de las "Abuelas" es buscar a sus nietos nacidos en cautiverio, "tenemos anotado el nombre de Von Wernich como un feroz partícipe de la represión", dijo Carloto, quien precisó que de ello fue testigo su propio esposo, ya fallecido.

"Mi esposo estuvo 25 días secuestrado en una comisaría de La Plata y este cura entraba para ver a los prisioneros, sabía perfectamente cómo se les torturaba y después se les asesinaba, en total acuerdo con el aparato represivo", sostuvo.

Recordó especialmente el caso de 25 jóvenes a quienes se les engañó con una fiesta, tras decirles que serían liberados, y tras regalarles "bombones y flores a las chicas y cigarrillos a los chicos se les asesinó a mansalva, y cuentan que hasta la sotana de este sacerdote quedó salpicada con la sangre".

Carloto, no obstante, admitió que posiblemente es verdad que el cura no tiene cargos pendientes ante la Justicia, "por las leyes de impunidad que dejaron sin castigo a centenares de personajes que apresaron, torturaron y asesinaron gente".

"Lamentablemente tenemos que convivir en cualquier lugar del país con ellos", concluyó.
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