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En cuatro inmuebles operaba la red de Spiniak

Se trataría del departamento de Américo Vespucio Norte 958, departamento 902, Las Condes; Edificio en Avenida Libertador B. O'Higgins 2334, Santiago; Edificio de Vitacura 5560, departamento 202, Vitacura; Calle Las Nieves 3477, departamento 171, Vitacura.

27 de Octubre de 2003 | 22:04 | ORBE
SANTIAGO.- El empresario Claudio Spiniak, supuesto líder de la red de pedofilia que investiga la justicia, realizó sus fiestas en, por lo menos, otros cuatro inmuebles de Santiago, además de las dos casas de El Arrayán que están siendo investigadas por el ministro en visita, Daniel Calvo.

Se trataría del departamento de Américo Vespucio Norte 958, departamento 902, Las Condes; Edificio en Avenida Libertador B. O'Higgins 2334, Santiago; Edificio de Vitacura 5560, departamento 202, Vitacura; Calle Las Nieves 3477, departamento 171, Vitacura.

Vecinos, conserjes ynuevos arrendatarios de los departamentos, confirmaron a Terra.cl. que Spiniak y sus "amigos" no sólo se reunían en las casas de La Cumbre 1775 y camino El Refugio altura 16.200, ambas en El Arrayán.

Según los entrevistados -quienes se negaron tajantemente a que sus identidades fueran publicadas- era común que todo el día, aunque mayoritariamente a contar de las 23:00 horas, ingresaran a los inmuebles menores de edad y adultos.

Los niños y adolescentes que asistían a las fiestas del céntrico departamento vestían diferente a los que participaban en las actividades del barrio alto.

"Eran del tipo lumpen, niños de población", advirtió el conserje de la vivienda comprometida.

En tanto, los vecinos de los inmuebles del sector alto de la capital manifestaron que la gente que llegaba a las actividades del empresario, "vestían un poco mejor, tenían buena facha".

"Llegaban hombres mayores de edad, muy arreglados y bien perfumados que entraban camuflados, evitando que alguien los viera. Actuaban en forma extraña y poco normal", aseguró un mayordomo de un edificio ubicado en Vitacura.

Asimismo, en estos lugares, según las fuentes consultadas por Terra.cl, era habitual presenciar que el ingeniero de 55 años y quienes trabajaban con él, llegaran con cajas que contenían alcohol, las que bajaban de los vehículos en los cuales se desplazaban.

Un aspecto en el que coinciden tanto los arrendatarios, vecinos y conserjes de estos inmuebles, es en la forma de vida "anormal" que tenían sus moradores y los ruidos molestos durante gran parte del día, particularmente el sonido de la música y las risas.
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