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Argentina: Persisten las dudas sobre el espionaje

Aunque los presidntes Kirchner y Lagos ratificaron la buena relación, el Gobierno aún pretende conocer las motivaciones de la intrusión.

12 de Noviembre de 2003 | 10:58 | La Nación de Buenos Aires, GDA
BUENOS AIRES.- Aunque los presidentes de la Argentina y Chile, Néstor Kirchner y Ricardo Lagos, ratificaron ayer su voluntad de "continuar trabajando en la profundización de las relaciones entre los dos países", en el gobierno argentino aún persisten las dudas sobre los motivos reales que tuvieron los espías que ingresaron el domingo último en el consulado en Punta Arenas.

Tal como acordaron anteayer ambos mandatarios, se emitió un comunicado que califica el incidente de "deplorable" y se reitera "el nivel de excelencia alcanzado en la relación bilateral".

Si bien el documento y la reacción de Chile -que rápidamente pidió disculpas y separó de sus cargos a dos jefes militares- fueron considerados satisfactorios por las autoridades argentinas, funcionarios de los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores seguirán de cerca el tema hasta que se brinden las explicaciones que faltan.

"Festejamos que Chile haya removido a los militares con celeridad y lo que esperamos es conocer a fondo los motivos que llevaron adelante la intromisión de estas personas en el consulado; eso la justicia chilena lo podrá determinar", dijo el titular de Defensa, José Pampuro. En la Cancillería la preocupación era ayer la misma.

Según pudo saber "La Nación", funcionarios del Gobierno recabaron en las últimas horas información acerca del funcionamiento de la justicia trasandina. La impresión que les quedó es que se trata de un poder eficiente e independiente.

Pampuro dijo que esperaba que "si es posible esta semana" se conocieran detalles de la investigación judicial que encabeza el fiscal regional Pedro Corti. Sin embargo, voceros de la fiscalía dijeron que aún no fueron libradas órdenes de detención, ni siquiera contra Luis Robles, cuya cédula de identidad fue encontrada en el consulado.

Lagos se reunió ayer con su ministra de Defensa, Michelle Bachelet, y le ordenó ahondar la investigación gubernamental. La funcionaria no descartó que los resultados de la pesquisa deriven en nuevas bajas en el ejército, además de las ocurridas anteayer: la renuncia del comandante de la región austral, general de división Waldo Zauritz, y el desplazamiento del jefe de la unidad de inteligencia, teniente coronel Víctor Poza.

Lagos manifestó su alegría por haber "superado" el entredicho y reveló que se reunió con los comandantes de las tres armas chilenas. Los jefes de los ejércitos argentino y chileno, Roberto Bendini y Juan Emilio Cheyre, respectivamente, dialogaron por teléfono para ratificar que la relación entre ambas fuerzas "sigue intacta".

Hipótesis

Por su parte, en el gobierno argentino comenzaron a analizar las diferentes hipótesis sobre el móvil que habrían tenido las dos personas que ingresaron en la representación diplomática argentina en Punta Arenas.

Las teorías giran en torno de un dato sugestivo: la torpeza de los espías, que no tomaron recaudos para evitar ser descubiertos, "olvidaron" documentación personal en el lugar del hecho al escapar y casi no opusieron resistencia física cuando el cónsul adjunto José Basbus forcejeó con uno de ellos.

"Parece una mala novela de espionaje", definió un funcionario que siguió el tema en detalle. El embajador chileno en la Argentina, Juan Gabriel Valdés, también comparó el incidente con "el episodio de una película ridícula".

Ante las reiteradas preguntas sobre un supuesto complot de intrusos que se habrían dejado sorprender para perjudicarla, la ministra Bachelet -quien además es precandidata presidencial por el Partido Socialista- tuvo que pedir ayer que no se especulara sobre el tema. En Buenos Aires no desconocen esta situación.

Otra hipótesis que se manejaba ayer en despachos oficiales también consideraba el intento de espionaje como destinado a fracasar, pero en este caso refería a sectores políticos y militares chilenos disconformes con el acercamiento de los dos países en los últimos años, y en especial a partir de la buena relación establecida entre Kirchner y Lagos.

Una tercera teoría que circulaba en el Gobierno surge de una pregunta que inquieta a los funcionarios: ¿cuántos casos de espionaje pueden haber ocurrido sin que hayan sido descubiertos? La idea es que los espías chilenos habrían continuado ejercitando prácticas frecuentes dos décadas atrás sin adecuarse a los nuevos tiempos de la relación bilateral.

"Creo que tuvo que ver con resabios del pasado, con esas hipótesis de conflicto que figuran en los libros de defensa de Chile, la Argentina, Brasil y seguramente el resto de los países latinoamericanos", dijo Eduardo Valdés, jefe de gabinete de la Cancillería.