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El sobrepeso en Chile podría afectar a más de 9 millones de personas el 2010

Informe del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, señala que de continuar la actual tendencia, para el Bicentenario seis de cada 10 chilenos serán obesos o estarán con sobrepeso.

02 de Diciembre de 2003 | 13:21 | El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Si continuamos en la actual senda de aumento de la obesidad, en el Chile del Bicentenario 6 de cada 10 chilenos serán obesos o estarán con sobrepeso, superando los 9 millones de personas en total. En este escenario, los actuales índices de diabetes tipo 2 se duplicarán, llegando al millón y medio de personas. Esto según un informe encargado por Nestlé al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA, para conocer la realidad y proyecciones de la obesidad en Chile y el mundo en las distintas etapas etarias.

De acuerdo a las estadísticas presentadas hoy, al año 2010 Chile tendrá 4 millones 350 mil 969 personas obesas (4.350.969). De ellas, 2.732.015 corresponderán a adultos, un millón 294 mil 649 serán niños (1.294.649) y 324.305 adultos mayores. Si a estas cifras le agregamos la población con sobrepeso, equivalente a 4 millones 679 mil 400 (4.679.400) personas, se alcanzaría un total de nueve millones 30 mil 369 individuos (9.030.369). Este grupo potenciará además su riesgo de contraer diabetes tipo 2, que en el año 2010 podría afectar a un millón 500 mil personas, el doble de los actuales 750 mil individuos que presentan esta patología.

Dada esta realidad, este año el Ministerio de Salud estableció la meta de reducir la obesidad durante la década 2000 – 2010 en un alto porcentaje. Se espera bajar a un 7% la prevalencia de obesidad en niños de 2 a 5 años al Bicentenario. Asimismo, en los escolares de Primero Básico se propuso el desafío de reducir la enfermedad del 17% al 12% al 2010. En las embarazadas, en tanto, se ha registrado un incremento muy importante de la obesidad desde 1987, por lo que se pretende disminuir la incidencia en este grupo de un 32% a un 28% al 2010.

El problema ya ocupa un lugar prioritario en la agenda de las autoridades sanitarias del país. Si bien la obesidad no forma parte de la primera etapa del Plan AUGE, sí están incluidas algunas enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2 y las cardiovasculares. Además, las estrategias sanitarias planteadas por el Ministerio de Salud para la década 2000 – 2010 contemplan diversos programas focalizados en los grupos de riesgo, campañas comunicacionales y educativas y acciones legislativas para incentivar la producción, comercialización y consumo de alimentos sanos.

Actualmente, en Chile cerca del 27% de los adultos mayores y el 26% de los adultos son obesos, proporción que es mayor en las mujeres, aumenta con la edad y es significativamente superior en los niveles socioeconómicos más bajos. Un 33,4% de las embarazadas también sufre esta enfermedad, mientras que en los niños se observa una curva ascendente de obesidad, graficada con 10,8% de prevalencia en preescolares que ingresan a jardines infantiles de la JUNJI.

La realidad es igualmente preocupante en los niños de Primero Básico de escuelas públicas, donde la obesidad alcanza un 17,2 %, de acuerdo al Mapa Nutricional de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, JUNAEB.

Las cifras en Chile y el mundo son tan alarmantes, que hoy en día la obesidad es considerada la “epidemia del nuevo siglo” por la OMS. Y es que esta patología no sólo es un problema para quien la padece, sino que constituye un problema de salud pública, en cuanto a los costos que significa para la administración el aumento sostenido de personas enfermas.
Ya en 1995 el costo directo de la obesidad en Estados Unidos ascendía al 6,8% del gasto en salud. Si bien estos costos no son tan altos en otros países, igualmente se estima que representan cerca de un 5% del presupuesto de salud en los países industrializados. Los costos indirectos, en tanto, son notablemente mayores, e incluyen la ausencia laboral, visitas al médico, pensiones de inhabilidad y muerte prematura. Los costos intangibles, como la baja calidad de vida y la discriminación social, son también enormes.

En Chile, en tanto, desde 1969 la primera causa de muerte corresponde a enfermedades cardiovasculares. Junto a ellas, los principales problemas de salud están representados por enfermedades crónicas prevenibles, como obesidad, diabetes e hipertensión.

La epidemia del nuevo siglo

La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial que está influida por factores metabólicos, genéticos, conductuales, ambientales, culturales y socioeconómicos. Junto al sobrepeso, la obesidad es el resultado de una ingesta superior de calorías respecto del gasto de energía de un sujeto.

En los últimos años Chile ha experimentado cambios tanto de conducta alimentaria como de la oferta de alimentos, que han dado paso a un mayor consumo de alimentos procesados, con alto contenido de grasas saturadas, azúcares y calorías. En este contexto, el consumo de grasas ha aumentado de 13,9 kg/persona/año en 1975 a 16,7 kg/persona/año en 1995. Igualmente, el consumo de azúcar se incrementó en 30,2 a 39,2 kg/persona/año en el mismo período.

Asimismo, en nuestro país se viene observando un importante aumento en el consumo de carne, principalmente cerdo, pollo y cecinas y productos lácteos, sumado a una disminución en el consumo de pescados, frutas, verduras, cereales y leguminosas. Esta tendencia, unida a los estilos de vida sedentarios ha llevado a un aumento de los índices de obesidad, que constituye además un factor de riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer.

Sobre este tema, en enero de 2003 un grupo de expertos de la OMS y la FAO, presididos por el Dr. Uauy, publicó el documento “Dieta, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónicas”, en el cual se resume la evidencia científica mundial, que asocia la alimentación saludable y la actividad física a la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad.

Según la OMS, de las 55 millones de muertes en el mundo en 2002, el 55% se relacionó con enfermedades crónicas no transmisibles. Asimismo, está comprobado que la mitad de las muertes por enfermedades cardiovasculares y un tercio de los cánceres son evitables si existe un cuidado de la alimentación desde tempranas etapas de la vida. En efecto, 9 de cada 10 diabetes tipo 2 podrían prevenirse llevando un estilo de vida saludable.

Por lo mismo, las recomendaciones de los expertos apuntan a educar a la población hacia una alimentación y estilos de vida saludables.

El caso de Estados Unidos

Se estima que 97 millones de adultos en Estados Unidos presentan sobrepeso o son obesos, y la dieta constituye uno de los principales factores asociados a muertes prematuras. Cuatro de las 10 principales causas de muerte en ese país se asocian con la dieta: enfermedad coronaria, algunos cánceres, accidentes vasculares encefálicos y diabetes tipo 2.

El sostenido aumento del sobrepeso y obesidad experimentado por los estadounidenses en los últimos 20 años, se refleja en que actualmente más de la mitad de los adultos de ese país presentan una de estas patologías o enfermedades asociadas.

En ese país la industria de productos para obesos (vestuario, accesorios) gana cada vez mejores divisas y su producción se diversifica día a día, en la medida del aumento de su público objetivo. Se estima de hecho, que esta industria acapara el 20% del mercado femenino. En nuestro país, lentamente empieza a crecer la oferta de ropa extra grande y los obesos comienzan a formar agrupaciones que los protejan en un sistema que aún no está preparado para ellos, como el propio sector salud.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la obesidad es una enfermedad y debe tratar de evitarse para poder aspirar a una mejor calidad de vida. En este sentido, es esencial contar con la participación comprometida de todos los actores para disminuir su prevalencia: autoridades sanitarias, instituciones de investigación, expertos y la industria alimentaria.

En los últimos diez años, el INTA ha desarrollado importantes líneas de investigación en el tema, destinadas tanto para niños como
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