EL QUISCO.- Acogiendo las quejas de veraneantes y comerciantes, el concejal Francisco Ceballos dijo que las obras de remodelación de la Plaza de Armas de El Quisco se han constituido en una fuerte traba para el turismo "porque a pesar de las insistencias para que las obras se ejecutaran a partir de marzo, éstas igual empezaron con los consabidos sinsabores".
Lo lamentable para el concejal, es que el Concejo Municipal no tuvo conocimiento cabal de este proyecto y de los plazos de ejecución, "ya que fue una materia que el alcalde manejó muy en privado. Por eso, cuando se supo de esta obra, la mayoría de los concejales nos opusimos porque considerábamos que era una aberración que se realizara en pleno verano".
Según Ceballos, los comerciantes afectados protestaron de diversas formas y realizaron gestiones para que los trabajos se ejecutaran después del verano. "Incluso se habían puesto de acuerdo para asumir los costos de la paralización, porque ellos están conscientes de que su actividad comercial depende del movimiento que se registra en el verano", sostuvo.
Debido a las obras, los turistas tienen problemas para acceder a los locales comerciales, por la colocación de mallas, el polvo, los ruidos y otros problemas derivados de los trabajos.
El concejal dijo que el municipio invertió alrededor de 200 millones de pesos en las remodelaciones de las Plazas de Armas y Yungay, dinero que él habría preferido invertir en obras sociales.
