SANTIAGO.- El Gobierno chileno informó que el Vaticano no intervendrá en la demanda marítima de Bolivia, según aseguró el jueves el canciller chileno subrogante, Cristián Barros.
"No habrá ninguna intervención posible de la Santa Sede. Estuve hablando con el nuncio apostólico anteayer y él me aclaró lo que dijo el nuncio en La Paz, en orden a que la Santa Sede no interviene o intervendrá en un asunto bilateral", afirmó Barros, quien reemplaza a la canciller Soledad Alvear que está de vacaciones.
El canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, expresó el martes que Bolivia buscará los "buenos oficios" de algún otro país u organismo internacional para concretar una reunión entre el presidente Carlos Mesa y su homólogo chileno, Ricardo Lagos.
Las relaciones entre Chile y Bolivia, suspendidas desde marzo de 1978, se deterioraron notablemente en los últimos meses luego de que el presidente Mesa volviera a impulsar una campaña internacional para reivindicar una salida soberana al mar para su país por suelo chileno.
El canciller subrogante dijo que el Nuncio Apostólico en Chile, Aldo Cavalli, le señaló que no existía la posibilidad de que la sede de la Iglesia Católica tomara parte en este asunto bilateral.
Esta semana, la cancillería boliviana envió una documentación histórica a sus embajadores en la que reivindica derechos de Bolivia sobre las costas del Pacífico desde los tiempos de la colonia y subraya los factores que precipitaron la guerra de 1879, en la que Bolivia y Perú se enfrentaron aliados contra Chile y perdieron la Guera del Pacífico.
El vicepresidente chileno, José Miguel Insulza, afirmó el miércoles que Bolivia no necesita de intermediarios para iniciar un diálogo con Chile que busque la normalización de los deteriorados vínculos diplomáticos.
"Bolivia no necesita de ningún intermediario para conversar con Chile", dijo Insulza, actual ministro del Interior, que reemplaza en el cargo al Presidente Lagos, quien realiza una breve gira por Europa.
Sostuvo que si el Gobierno boliviano establece un intermediario, Chile no lo aceptaría, porque sería como aceptar que existe un tema pendiente en materia de soberanía con ese país. "Y eso no es así", señaló.
