SANTIAGO.- En una clara crítica a la actuación del ex representante chileno ante la ONU, Juan Gabriel Valdés, el presidente (s) de la Democracia Cristiana (DC), Jaime Mulet, fue enfático al decir que el tema del espionaje del que fue víctima la legación chilena en el organismo internacional "lo debe manejar el actual embajador y en ningún caso el anterior".
Tras reunirse con el vicepresidente José Miguel Insulza, Mulet afirmó que no es un hecho normal que la embajada chilena ante Naciones Unidas haya sido espiada, pero prefirió mantener la misma cautela con que el Gobierno ha manejado este tema.
De hecho dijo coincidir con el representante chileno ante la ONU, Heraldo Muñoz, en cuanto a que no es oportuno reflotar el incidente, luego que el actual embajador en Argentina confirmara -en una entrevista a "El País"- que los teléfonos de la sede chilena ante Naciones Unidas fueron intervenidos en febrero de 2003, cuando se debatía la guerra en Irak.
"Me gustó mucho la frase de Heraldo Muñoz, quien dijo que no es bueno despertar perros durmiendo. De hecho me parece que no es bueno hacerlo en este caso", afirmó.
A juicio del parlamentario, no hubo falta de transparencia en el Gobierno pues apenas se tomó conocimiento del incidente se abordó en forma oportuna.
Pese a ello, apuntó que "lo normal debiera ser las relaciones formales sobre la mesa y no los micrófonos ocultos", y añadió que "nunca es normal que se espíe a los países en ninguna parte del mundo".
