El pase de la discordia, que muestran Sergio Bitar y Fernando Bustamante.
SANTIAGO.- Los dirigentes estudiantiles ya comenzaron el año con problemas. Antes de que se inicien las clases se están organizando para enfrentar la nueva medida anunciada por el ministro de Educación, Sergio Bitar, y el presidente de Metro, Fernando Bustamante: la tarjeta escolar que limitará los viajes diarios de los estudiantes.
Todavía no piensan en movilizaciones aunque no las descartan si las cosas se ponen difíciles. El presidente de la FEUC, Julio Pertezé, dijo que primero van a agotar todas las instancias de diálogo para que el Gobierno revierta una iniciativa que a su juicio, perjudica especialmente a los estudiantes de la Universidad Católica, puesto que tres de sus cuatro campus se encuentran al lado de una estación de Metro.
"Mientras no nos pongan en una situación extrema no tomaremos medidas extremas", dijo. Lo mismo opina el presidente de la FECH, Luis Felipe San Martín, quien dijo que el diálogo siempre debe ir primero, pero que en el caso de no ser escuchados tomarán las medidas de presión necesarias.
Para ello, consideran la posibilidad de reunirse con los dirigentes de universidades privadas para manifestar como bloque su rechazo al nuevo pase anunciado por el ministerio. Según el presidente de la Feusach, Paulo Carrillanca, ésta es la única manera de presionar al Gobierno, "porque en caso contrario si salimos como USACH seríamos demasiado gremialistas". La idea es poder expresar la voz de toda la educación media y superior.
En lo que no existe consenso entre los estudiantes es la fiscalización que pretende establecer el Metro para evitar los abusos que pudieran cometerse.
El presidente de la FECH cree que es legítimo que el Metro quiera controlar el uso indiscriminado de los pases, pero dice que antes se debe llegar a un acuerdo respecto a qué se considera un "abuso". "Un estudiante que use el Metro seis veces no es abuso, si es que realmente lo necesita me parece válido que lo ocupe".
Pero los dirigentes de la Feusach son más categóricos y opinan que "estas prácticas de vigilancia por organismos estatales atentan directamente contra los principios de privacidad y libertad de todos los jóvenes".
"como estudiantes nos interesa conocer cuáles serán los parámetros para calificar un mal uso de esta tarjeta, pues no aceptamos que se basen en la desconfianza y una supuesta falta de honestidad de los jóvenes, para implantar reglamentos", afirma la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago mediante una declaración pública.
Para ellos resulta irónico el lema de la tarjeta -Identifícate, Diviértete, Edúcate-, pues "difícilmente podemos identificarnos con un sistema que merma beneficios en forma sistemática, traducido, finalmente, en que no podemos Divertirnos y menos garantizar nuestra libre movilidad a los distintos recintos de Educación".
