La parlamentaria recibió el saludo de algunos de sus colegas.
VALPARAÍSO.- Pese a que fueron pocos los parlamentarios que saludaron a la diputada de Renovación Nacional Pía Guzmán, esto rompió el aislamiento político en que la parlamentaria se encontraba desde que estalló el caso Spiniak.
Vistiendo un traje gris perla y luciendo una cartera celeste, la diputada que provocó un terremoto en la derecha con su explosiva denuncia sobre las fiestas de Claudio Spiniak y la supuesta participación de parlamentarios de la Alianza por Chile, reasumió hoy sus labores en la Cámara Baja luego del contundente fallo de la Corte de Apelaciones que rechazó la solicitud de desafuero en su contra.
Cerca de las 11:20 de esta mañana, Guzmán llegó al Congreso Nacional y muy silenciosa se sentó en su puesto del hemiciclo. A los poco minutos se le fueron acercando diputados del oficialismo y de su propio partido. Todo esto sin grandes demostraciones de afecto y en medio de la indiferencia de sus pares de la UDI y del resto de los integrantes de la sala.
Entre quienes se acercaron a Guzmán estaban Carlos Kuschel, Germán Becker, Francisco Bayo y Carlos Vilches, todos de RN; y Carlos Montes y Sergio Aguiló, del PS.
Tras permanecer un rato sentada y revisar los papeles que tenía sobre la mesa, Guzmán se dirigió a la cafetería y allí fue recibida con un abrazo por el diputado Jorge Tarud, del PPD. Además de saludarla, el parlamentario le expresó su apoyo afirmando: "Te lo mereces, qué bueno que estés acá".
A pocos metros de ahí, el gremialista Julio Dittborn, quien ha sido uno de los más férreos opositores a que Pía Guzmán continúe en el próximo período legislativo, comentó que "una cosa es que reconozcamos que ella ganó en tribunales y otra muy distinta es que vayamos a ser amigos de ella".
Tras recibir el saludo de sus colegas de la Cámara, la diputada se dio un espacio para dialogar con un grupo de periodistas sobre la Ley de Mercado de Capitales y la Seguridad Ciudadana. Pero nada que tenga relación con el fallo de la Corte de Apelaciones ni mucho menos con la investigación que sustancia el ministro Sergio Muñoz.
En una clara muestra de que decidió dar vuelta la página en torno a ese tema, se negó a responder las preguntas de los reporteros pese a la insistencia de éstos. "Es que quiero tener tranquilidad mental", argumentó.
Su silencio no es casual. Responde a una estrategia de su equipo de abogados que le aconsejó no hacer declaraciones hasta que no se resuelva la situación interna de Renovación Nacional, partido en el que no existe una unanimidad sobre el futuro político de la parlamentaria.
Ello porque, en cierta medida, una eventual repostulación de Pía Guzmán dependerá de qué lista triunfe en las elecciones del 17 de abril próximo.
