CAÑETE.- A 40 años de presidio fueron condenados los tres imputados por los homicidios de la joven Ilda Muñoz Antimán y su hija de tres años, Camila Huenchuñir Muñoz, ocurridos en julio de 2001, en la comuna de Tirúa, Octava Región.
En su resolución de primera instancia la jueza de Cañete, Marcela Villegas, logró determinar que el ex conviviente de la mujer, el guardia de seguridad José Huenchuñir Neira, de 29 años, planificó el homicidio de su ex pareja y su pequeña hija para no asumir la paternidad de la menor, tras una demanda judicial.
Las víctimas fueron encontradas el 15 de julio de 2001 por lugareños del sector de Santa Rosa, 7 kilómetros al sur de Cañete, con evidentes signos de estrangulamiento.
El crimen fue cometido por la nueva pareja de Huenchumir Neira, Sandra Neculñir Colicheo (26) y un amigo de ésta, identificado como Pacián Contreras.
La víctima, madre soltera con residencia en Tirúa, permaneció desaparecida junto a su hija por más de 30 días, antes de ser encontradas sin vida.
Previamente había recibido una llamada telefónica de una mujer que se identificó como hermana de su ex pareja, que deseaba conversar con ella debido a que éste estaba dispuesto a reconocer su paternidad, citándola al sector de Peleco. En el lugar se encontró con Sandra Neculñir y Pacián Contreras, quienes la obligaron a beber alcohol junto a su hija, procediendo después a estrangular primero a la niña y luego matar a golpes a la mujer.
Tras alterar el escenario del crimen, para hacerlo aparecer como un suicidio, la pareja retornó a Santiago a encontrarse con José Huenchuñir, quien fue detenido y posteriormente puesto en libertad luego que insistiera en que se encontraba en Santiago a la fecha del homicidio.
No obstante, nuevos antecedentes y contradicciones en sus declaraciones llevaron a los efectivos de Investigaciones a detenerlo nuevamente en Santiago, esta vez junto a sus dos cómplices, que confesaron su autoría material en el brutal doble homicidio.
Los abogados querellantes señalaron que recurrirán a la Corte de Apelaciones de Concepción, a fin de que se aumenten las penas aplicadas a los autores del asesinato y que se les conmute a cadena perpetua calificada.
