SANTIAGO.- El Presidente Ricardo Lagos endureció hoy sus quejas contra Argentina por el recorte en el suministro de gas natural desde ese país y dijo que los compromisos suscritos se deben respetar, pese a las dificultades de abastecimiento que enfrenta la vecina nación.
"Es un problema de él, no nuestro", dijo Lagos, refiriéndose al Presidente argentino Néstor Kirchner y al contenido de la carta de protesta presentada ayer por la cancillería.
El Mandatario ya había manifestado el fin de semana que la confianza entre las naciones se había tensado por el incumplimiento de un "protocolo de integración energética" suscrito en 1995, cuando se construían los principales gasoductos que cruzan la Cordillera de Los Andes.
Según cifras a febrero, Chile genera un cuarto de su electricidad en base a gas y el propio Lagos ha sido duramente criticado por propiciar la alta dependencia de ese recurso.
El recorte en el suministro de gas de Argentina, desde donde Chile importa el 90 por ciento de su consumo anual, bordea actualmente los 3,3 millones de metros cúbicos por día de un consumo promedio de unos 22 millones de metros cúbicos diarios.
El gobierno argentino decretó la drástica medida para asegurar su abastecimiento interno, amenazado por un alza en la demanda generada, a su vez, por la recuperación de la economía de ese país, entre otros aspectos.
En la carta, dijo Lagos, le mencionó a su homólogo argentino que comprendía las razones que lo llevaron a decretar la restricción a las exportaciones a Chile, pero que no justificaba las faltas a los contratos.
"Le decimos que él (Kirchner) vea el modo de resolver su problema, pero nosotros pedimos el cumplimiento de los contratos", enfatizó.
