SANTIAGO.- Chile adhirió este mediodía a la ceremonia simbólica con que Naciones Unidas y los estados miembros conmemoran a las víctimas del genocidio sufrido por el pueblo rwandés, en que 800 mil personas fueron masacradas entre abril y junio de 1994, según informó el subsecretario general de Gobierno, Patricio Santamaría.
"Los horrores sufridos hace diez años por un país africano deben servirnos para reflexionar respecto a que ningún objetivo político, social o de otra índole justifica la violación de los derechos humanos", comentó minutos antes del minuto de silencio con que se conmemoró a las víctimas del genocidio en Rwanda en el marco de una ceremonia del Consejo para el Desarrollo de la Sociedad Civil, en el Palacio de La Moneda.
Santamaría recordó que la masacre se perpetró pese a estar vigente la Convención de Naciones Unidas para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. En ese sentido dijo que "resulta muy significativo que en Chile y en otros países del mundo se reitere un nunca más al exterminio de un grupo nacional, étnico, racial o religioso y un compromiso permanente con los derechos humanos, la dignidad de la persona humana, y por sobre todo el respeto a la vida".
Agregó que los Gobiernos de la Concertación se han caracterizado por rechazar toda violación a los derechos humanos y condenar todas las formas de racismo, discriminación e intolerancia.
Precisó que la tragedia de Rwanda, sobre cuya proximidad se levantaron voces de alerta de manera reiterada, "es quizás el paradigma de la negación de la responsabilidad global de proteger a los seres humanos y del imperativo ético de la intervención humanitaria".
El secretario general de la ONU, Koffi Anan, demandó a los países miembros de la organización que este 7 de abril, a las 12:00, se guarde un minuto de silencio por la memoria de las víctimas del genocidio.
Al plantear esta solicitud, Annan señaló que dicho gesto "nos da la posibilidad de unirnos todos, aunque sea brevemente alrededor de la idea de una verdadera solidaridad mundial. Quisiera alentar a todas las personas, en todas partes, no importa en qué situación, tanto si están en las atestadas ciudades o en las alejadas áreas rurales, que a las 12:00 dejen a un lado lo que puedan estar haciendo en ese día y se detengan brevemente para recordar a las víctimas".
