SANTIAGO.- Por 13 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones, la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana (Corema) aprobó el polémico proyecto de aeródromo "San Gregorio", que se emplazará a seis kilómetros de la comuna de Buin y a tres de Paine, en la Región Metropolitana.
De esta manera, el proyecto del empresario Max Marambio fue respaldado ambientalmente por la Corema y también ya cuenta con la aprobación de la Conama Metropolitana, que en su informe señaló que sus impactos ambientales "son no significativos".
La iniciativa que tendrá un costo total de 10 millones de dólares, contempla hasta 35 mil vuelos en su primer año de funcionamiento y un máximo de 85 mil en una etapa posterior.
El objetivo de la firma titular del proyecto, la empresa Silos de Nazareno, es absorber la demanda del terminal aéreo Los Cerrillos, que tiene fecha de cierre el 2005.
Una larga historia
El proyecto aeródromo "San Gregorio" fue presentado por primera vez en octubre de 2002 a los organismos medioambientales, sin embargo, en enero de 2003 fue rechazada por mayoría en la Corema.
La empresa Silos de Nazareno apeló al Consejo de Ministros de la Conama y éste determinó que faltaban antecedentes para un pronunciamiento definitivo.
Desde entonces, la firma ha entregado tres adendas con respuestas a las consultas de los servicios públicos que integran la Corema.
En el último informe técnico el comité de evaluación de la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región Metropolitana se determina que los impactos ambientales del proyecto "no son significativos".
Principales detractores
La agrupación por la Defensa del Valle del Maipo, integrada por vecinos de Buin y Paine, han sido los principales detractores del proyecto, argumentando que se verían perjudicados por el terminal aéreo.
A su juicio el informe de la Conama RM no está completo, puesto que el impacto en la calidad del aire "no ha sido evaluado".
Además, aseguran que existen 12 viviendas en la zona de alto riesgo del futuro terminal aéreo. Sostienen que ninguno de los servicios involucrados en el análisis del proyecto "verificó en terreno la existencia de casas".
A las críticas de los vecinos y autoridades locales se sumaron los senadores Andrés Zaldívar y Jovino Novoa y los viñateros del Valle del Maipo.
