SANTIAGO.- Casi un "campo de batalla". Eso es lo que parecía esta mañana la Plaza de la Constitución, cuando sus áreas verdes y amplios espacios se vieron atestados de jóvenes que, identificados por banderas y colores, gritaban consignas en contra y a favor del aborto.
No hubo lucha, es cierto. Carabineros se preocupó de aquello, pero sí se registró un claro enfrentamiento verbal. Unos, la mayoría, esgrimiendo argumentos en contra de la denominada "pastilla del día después"; otros, menos pero aún así organizados, defendiendo la postura de la libre elección de la mujer a optar por esa vía para impedir un embarazo no deseado.
El encuentro no fue fortuito. Más de un centenar de jóvenes, principalmente universitarios, vistiendo camisetas blancas y con enormes lienzos con consignas "pro-vida" se organizaron para marchar hasta La Moneda y hacer entrega de una carta al Presidente Ricardo Lagos exigiendo un cambio en la postura gubernamental acerca de la pastilla del día después y rechazando la entrega de ésta en forma gratuita a las mujeres víctimas de violación.
"El aborto tiene dos víctimas, la madre y el hijo", explicaba Diego Schalper, estudiante de Derecho de la Universidad Católica y uno de los organizadores de la marcha.
Por otro lado, una veintena de jóvenes, principalmente mujeres, llegó hasta la Plaza de la Constitución para "sabotear", según sus propias palabras, la manifestación principal.
"Sentimos el derecho de venir y expresar nuestra opinión de que estamos a favor de la entrega de la pastilla y a pedir una despenalización del aborto. Las mujeres tienen el derecho a decidir", argumentaba Antonieta Vera, estudiante de Magíster de Género de la Universidad de Chile.
Carabineros resguardó eficazmente a ambos grupos, impidiendo en todo momento un contacto directo, aunque ningún jóven tenía ánimos de enfrentamiento. "Es la democracia, todos tenemos derecho a manifestarnos", explicaban los pro-vida, aunque se notaba que no estaban muy contentos con la contra manifestación de la que fueron objeto.
"Vinimos a funarlos y aunque somos menos, hay que considerar que apenas nos pudimos organizar a última hora", esgrimían los pro-aborto.
Finamente sólo fue un momento de manifestación pura, donde los jóvenes pudieron sacar su voz y expresar sus pensamientos.
