SANTIAGO.- El presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, hizo hincapié en que los jueces deben ser independientes y neutrales en el discurso que esta mañana pronunció en el acto de juramento de 51 nuevos abogados.
En la ceremonia, que se efectuó en el Pleno ordinario que comenzó a las 9:00 de la mañana, el presidente del máximo tribunal inició su intervención recordando que el juez no es un político, y que por lo tanto no está sujeto a la consulta popular, lo que le da estabilidad a su cargo.
"El juez es neutral, alguien que juzga objetivamente el conflicto específico que tiene ante sí", afirmó el magistrado quien resaltó que necesariamente esta función requiere de la independencia judicial como requisito previo.
Claramente inspirado en la situación que ha enfrentado en los últimos días luego que su figura quedara en entredicho por supuestas presiones a la ministra Gloria Ana Chevesich, el magistrado sostuvo en su alocución que "el juez no ha de tener más subordinación que la Constitución y las leyes, y las partes no pueden tener frente a sus resoluciones otra vía que los recursos legales".
También muy ligado al caso MOP, Libedinsky se refirió a la necesaria separación de los poderes del Estado. "En un estado democrático y pluralista la justicia debe quedar estructurada de modo separado e independiente de los otros órganos del Estado. La división de poderes resulta una necesidad impuesta por la naturaleza de las distintas funciones del Estado".
Agregó que si bien la independencia es necesaria, no es suficiente, puesto que un juez no puede funcionar eficazmente si no cuenta con la confianza pública.
Párrafo seguido, precisó que ésta implica imparcialidad y neutralidad y se refiere a la integridad moral más que a su tendencia a concordar con la opinión pública en cada caso concreto.
"El juez debe, por lo tanto, caracterizarse por su absoluta neutralidad con respecto a las partes y asunto que tengan ante sí", recalcó el magistrado.
Esta mañana el presidente Suprema, Marcos Libedinsky, afirmó hoy que tiene un año y medio aún por delante para pensar en dejar la cabeza del máximo tribunal.
En escuetas declaraciones, el magistrado declinó referirse a los emplazamientos efectuados ayer por la UDI, que lo instó a presentar su renuncia.