SANTIAGO.- La iglesia católica apoyó hoy la causa de presos del Grupo Lautaro y del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, cuatro de los cuales llevan más de dos meses en huelga de hambre, y se mantiene bajo extremos cuidados de salud.
El vicario de la Pastoral Social, monseñor Alfonso Baeza, criticó, asimismo, a sectores de la derecha política que en el Congreso han frenado la aprobación de una ley de indulto.
El sacerdote Baeza visitó hoy a los cuatro presos políticos que desde el jueves radicalizaron su ayuno en una medida extrema para exigir que el Congreso apruebe un proyecto de indulto que comenzó a tratarse el 2000.
"Los presos cometieron delitos graves, pero dicen que fueron juzgados en forma incorrecta por la justicia militar que, todos sabemos, no es gran justicia", declaró Baeza a Radio Cooperativa.
En total son 36 presos por delitos políticos detenidos por atentar contra la seguridad del estado entre 1990 y 1994 cuando Chile ya había recobrado el sistema democrático tras 16 años de dictadura militar.
Una decena comenzó la huelga de hambre hace 68 días, varios abandonaron la protesta, pero cuatro de ellos insisten y debieron ser trasladados a un hospital anexo a la cárcel de máxima seguridad ante el severo deterioro de su estado de salud.
Fuentes médicas dijeron que permanecen en estado extremamente delicado los Hardy Peña, Jorge Mateluna, Esteban Burgos y Jorge Espínola, quienes perdieron entre 21 y 25 kilos a causa del ayuno restringido hasta esta semana a agua y te.
El clérigo dijo que respaldaba la causa de la huelga, pero que ello no significa que esté de acuerdo con la modalidad de presión que "compromete la vida de las personas".
Monseñor Baeza criticó los intentos de un sector de la derecha opositora, que propuso incluir en el proyecto de indulto a los presos un trato similar para violadores de los derechos humanos durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Me parece que eso no tiene validez moral, creo que el tema de los presos políticos en democracia es distinto al tema de los violadores, de los que cometieron atrocidades con el amparo del Estado", protestó el sacerdote. "Espero que se conmuevan los corazones porque esto es una reparación a una gran injusticia que se cometió con estas personas", añadió.
Algunos líderes opositores, como el presidente del Senado Hernán Larraín, apoyan el proyecto de indulto a los detenidos por razones políticas, varios de los cuales cumplieron diez años de cárcel.
El proyecto de indulto incluye un compromiso de no recurrir a métodos de lucha violenta y su trámite legislativo es muy difícil pues requiere una mayoría calificada que requiere el concurso de opositores.
