TEMUCO.- El secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Manuel Camilo Vial, sostuvo que la indemnización que debe pagar el Arzobispado de Santiago por los abusos cometidos por el sacerdote José Andrés Aguirre sienta un precedente peligroso, pues personas sin escrúpulos podrían sacar provecho de esta situación.
El prelado se manifestó contrario a la elevada suma que debe cancelar la Iglesia a los familiares de las víctimas de los delitos cometidos por el religioso, y dijo que la indemnización debe ser asumida por el propio cura Tato y no por la institución.
El obispo de Temuco agregó que los abusos por los que fue condenado el cura Tato son lamentables para la Iglesia, pero defendió la transparencia con que ésta ha enfrentado las denuncias.
La Corte de Apelaciones resolvió este martes mantener los 12 años de prisión a los que había sido condenado el sacerdote José Andrés Aguirre, por abuso sexual a 9 menores y un estupro, y aumentó de 50 a 100 millones de pesos la suma que deberán cancelar el religioso (como autor) y el Arzobispado de Santiago, por concepto de compensación solidaria a dos menores que son hermanas.
La sentencia fue rechazada de inmediato por el Arzobispado, que argumenta que la "dependencia de un sacerdote en la Iglesia Católica con su Obispo se da en el plano pastoral y espiritual y no en lo civil, ya que delitos de esta naturaleza cometidos por un adulto son de responsabilidad personal y no institucional".
En su punto más controvertido, el fallo del tribunal de alzada señala que las iglesias "están sometidas al tratamiento legal, igual que cualquier persona natural o jurídica en Chile". Con ese argumento establece que la sentencia de la jueza Rosa María Pinto "al condenar al Arzobispado de Santiago a pagar indemnización en forma solidaria con el sacerdote condenado, actuó conforme a derecho".