SANTIAGO.- La Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones puso a disposición del 16° Juzgado del Crimen de Santiago a Gladys Andaviza, de 39 años, de nacionalidad peruana, quien transportaba 790 gramos de cocaína de alta pureza, en forma de ovoides, escondida en su vagina.
La mujer confesó que en Arica fue contratada por un chileno de nombre Juan, quien le pagó 400 dólares por trasladar la droga a Santiago vía aérea.
Una vez en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez y como parte de los controles rutinarios, personal de la policía civil procedió a fiscalizarla. La mujer se mostró nerviosa y cayó en contradicciones, ante lo que decidió confesar el transporte de la droga.