SANTIAGO.- El presidente del Senado, Hernán Larraín, afirmó que la suma urgencia de 10 días que impuso el Ejecutivo para discutir el proyecto del royalty constituye una "presión indebida" para una iniciativa de esta envergadura.
En conversación con radio Agricultura, el parlamentario de la UDI destacó que el propio Gobierno se tomó varios meses para presentar el proyecto. "Si se han tomado tantos meses no le pida al Congreso que lo haga en días, y eso por respeto a una institución que también tiene algo que aportar", sentenció.
A juicio de Larraín, con su actuación el Ejecutivo está cerrando espacios a eventuales negociaciones que requieran de una madurez un poco mayor.
Al ser consultado si La Moneda le otorgó suma urgencia a raíz de que la oposición sostuvo que el proyecto iba terminar como una bandera de lucha de las próximas elecciones, el senador expresó que desde una mirada política se puede llegar a muchas conclusiones, y también se puede decir lo contrario: "que se quiere de alguna manera presionar para el temor a una cuestión electoral".
"Yo creo que la respetabilidad y seriedad del Congreso debiera estar por encima de contingencias electorales. Siempre va haber una mayor tensión, un mayor efecto por el momento que se está viviendo, pero me parece que uno tiene que confiar en que el Senado y la Cámara de Diputados tienen la altura para poder discutir por encima de una mera contingencia electoral inmediata", puntualizó.
En este sentido, indicó que tanto senadores como parlamentarios están buscando en cada decisión el bien del país, porque, de lo contrario, se causa un menoscabo al crédito del Congreso, "lo que me parece que no es sano, ni bueno".
En opinión del titular de la Cámara Alta, el Congreso es un mero buzón del Gobierno. "Cuando a uno le dicen: le mando un proyecto de ley, póngale el timbre en 10 días, ¿qué otra cosa se puede hacer?, ¿decir si o no?".
Finalmente, sostuvo que de mantenerse la urgencia del royalty es probable que no resulte un buen proyecto. "Podrán pagar unos más que otros según cual sea el desenlace final, pero me parece que puede resultar un mal proyecto y eso es lo que nadie quiere, si es que se aprueba, porque por la premura puede salir el tiro por la culata", concluyó.
