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Trasplante de corazón se concreta sólo en el 50% de los solicitantes

La baja oferta de corazones sumado al rápido deterioro que sufre este órgano tras la muerte y los exigentes requisitos que debe cumplir para ser trasplantado, hace que la espera por un corazón en la mitad de los casos no llegue a buen término.

22 de Julio de 2004 | 12:15 | Bernardita Ochagavía M., El Mercurio en Internet
Encuesta: ¿Qué órgano estaría dispuesto a donar para ser trasplantado?

¿Cómo se puede ser donante?


Para ser donante sólo se requiere de la voluntad de querer ayudar a quien se debate entre la vida y la muerte.

Sin embargo no todas las personas que fallecen sirven para ser donante de órganos ya que deben cumplir la condición de muerte cerebral, situación que sólo ocurre en el 2% del total de las muertes.

Quedan además automáticamente excluidos de esta categoría aquellas personas portadoras de VIH, que hayan tenido infecciones graves no controladas y cánceres con metástasis.

Si bien no existe límite de edad para ser donante, serán los médicos especialistas quienes tendrán la última palabra sobre la calidad de los órganos y tejidos.

Aquellas personas que hayan presentado Hepatitis A, a lo largo de su vida, están igualmente aptos para ser donantes. En aquellos casos en que ha sido por otros tipos de virus como hepatitis B o C, también se puede ser donante en situaciones particulares determinadas por los especialistas.

En la actualidad se pueden donar un número importante de órganos y tejidos incluidos corazón, pulmón, hígado, riñones, páncreas, además de córneas, válvulas cardíacas, huesos y piel.

Lo más importante para ser donante es manifestar la voluntad de serlo a familiares y amigos más cercanos, quienes serán en último término los que decidirán si donar o no los órganos.

Además es conveniente que se deje en un "carnet de donante" por escrito al momento de renovar el carnet de identidad, la licencia de conducir o en una autorización notarial. También lo puedo expresar por escrito en un documento específico que se puede llenar al ingresar a un establecimiento hospitalario.

Es bueno aclarar que también se puede ser donante vivo cuando el órgano a donar es par (riñón) o se ocupa una porción de él (hígado, páncreas).
SANTIAGO.- Suena paradójico y hasta crudo, pero es la realidad. Miles de personas esperan día a día que otra muera para que ellas puedan vivir. Ésa es la trágica expectativa de quienes luchan por un trasplante que les permita prolongar o mejorar sus vidas.

Y es la espera que viven Benjamín Galván, de 48 años, de Tiltil, y Daniel Castro, de 59, de la comuna El Bosque, quienes se encuentran internados en la UCI del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, con un corazón que apenas les sirve para mantener una deteriorada existencia.

Sin embargo, las cifras son quizás aún más crudas. Según datos proporcionados por el director médico de la Corporación del Trasplante, José Luis Rojas, la mortalidad de la lista de espera para un corazón es de un 50%, es decir, uno de cada dos pacientes no alcanza a ser sometido al trasplante.

Por tanto, basándose en las cifras, de Benjamín y Daniel, no quedaría más que esperar que uno de ellos no logre sobrevivir.

Ante cualquier trasplante hay que pasar al menos dos grandes barreras para llegar a buen término. En primer lugar, la buena voluntad de los familiares de donar los órganos de sus seres queridos, y luego la compatibilidad del órgano con la persona que lo recibirá.

En el caso del corazón éste debe cumplir una serie de requisitos para su trasplante: pertenecer a menores de 55 años, no presentar cardiopatías, no presentar anomalías electrocardiográficas, estar estables hemodinámicamente, no tener traumatismos torácicos severos, no presentar enfermedades como la hepatitis B, no tener grupo sanguíneo distinto al receptor, tener talla y peso parecidos y que el paciente tenga una contextura física (de cavidad torácica) similar a la del donante.

A diferencia del riñón y el hígado, el corazón además es uno de los órganos que más rápido se deteriora tras el fallecimiento de la persona, lo que aumenta aún más los riesgos.

Según la Corporación del Transplante, durante el primer semestre de este año se han realizado 27 trasplantes más que en el mismo lapso de 2003 con un total de 75 donantes. Al 20 de julio se habían practicado 129 trasplantes de riñón, 33 de hígado, 8 de corazón y 2 de pulmón.

De acuerdo a la población existente en Chile (15 millones de habitantes), entre 500 y 600 personas tendrían la calidad de convertirse en donantes potenciales, anualmente. De este universo, la mitad se pierde, ya sea por negativa familiar o por razones de contraindicación médica del propio donante.

Así, deberíamos contar con 250 a 300 donantes efectivos al año, para cumplir con la necesidad de trasplante en la listas de espera. Cifras que ciertamente representan ideales esperados, pero que no se cumplen.

Las personas que a la fecha están en la lista de espera para un trasplante son cerca de 1.200. Sin embargo, de esa cifra cerca de 950 son personas que esperan un riñón.

El doctor Rojas explica que "en el caso del riñón la mortalidad de la lista de espera es baja. En hígado, la mortalidad de la lista de espera es cercana al 30%, corazón y pulmón, cercana al 40%, y cuando los pacientes están en urgencia tienen una mortalidad en corazón que es cercana al 50%".

Actualmente Benjamín Galván y Daniel Castro son la primera y segunda prioridad nacional, respectivamente, en la lista de trasplantes, constituyendo un inédito caso en que dos pacientes críticos esperan un corazón en urgencia nacional.

Esta condición se activó debido a la descompensación que ambos han tenido en los últimos días, agravando su condición de salud al punto que de no trasplantarse dentro de las próximas horas, simplemente morirán.

Según se informó en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile ambos presentan una miocardiopatía dilatada idiopática y para ambos la única esperanza es recibir un corazón en el más breve plazo.

De esta manera, los pacientes que por mucho tiempo están en los primeros lugares de la lista de espera para un trasplante pasan a una segunda, tercera o cuarta posición, dependiendo del estado de aquellos que han visto empeorar su salud.

Anualmente, se activan alrededor de 12 urgencias nacionales. La mitad de ellas logra trasplantarse, un 25% mejora su situación preliminar y el resto fallece, sin obtener el órgano requerido.

Cadena de obtención de órganos

  • Pesquisa y aviso de donante potencial a nivel de todo el país (unidades de emergencia y de cuidados intensivos).
  • Evaluación médica inicial del donante potencial.
  • Certificación de la muerte encefálica por especialista.
  • Solución a problemas médico-legales. Concurrencia médico legista según lo establece la ley.
  • Contacto con la familia. Se hace la solicitud de donación.
  • Transporte de muestras de sangre y linfonodos al Instituto de Salud Pública.
  • Actividades para extracción de órganos (traslado de equipos profesionales y de apoyo, actividades quirúrgicas propiamente tales, preservación de órganos extraídos).
  • Asignación, traslado y trasplante de órganos.
  • Registros: de donantes, receptores, procedimientos médicos y médicos legales que aseguren calidad, seguridad y transparencia.