Guillermo Ossandón, en foto de archivo.
SANTIAGO.- Fue en martes 13, hace diez días, que Eugenio Tironi, el sociólogo, pidió la libertad para Guillermo Ossandón Cañas, quien encabezó el Grupo Lautaro, el radicalizado movimiento violentista que por más de una década actuó en contra del régimen militar.
En su columna semanal de "El Mercurio", Tironi hizo un paralelo de la vida de ambos –juntos en sus comienzos en el Mapu- y los distintos rumbos que tomaron. Concluyó su comentario invocando "a quien corresponda a actuar con grandeza, para ofrecer a Guillermo lo que todos, de un lado o del otro, hemos tenido: una nueva oportunidad".
En su celda de la Cárcel de Alta Seguridad, Ossandón Cañas se sorprendió por la inesperada ayuda a su demanda de libertad. Con 10 años preso en la Cárcel de Alta Seguridad y condenado a presidio perpetuo, espera por estos días el destino del proyecto de indulto que asume un error en la aplicación de las leyes Cumplido y que significaría poner fin a sus años de encierro.
"Hemos sido castigados: es una libertad justa", es la frase que utiliza para dar cuenta de la posición que mantiene junto a unos 60 reclusos por delitos terroristas, ley de control de armas y otras normas legales.
Admite que "no deja de ser curioso" el pronunciamiento de Tironi, pero le gusta y reconoce que el apoyo sirve para su objetivo de lograr la libertad.
"Me alegra ese convencimiento al cual Tironi llega", señala en declaraciones a Emol.
Dice no sentirse defraudado por la actitud de algunos parlamentarios que se ausentaron para no votar el proyecto en el Senado –lo que significó el rechazo al artículo clave- y señala compartir "la opinión que ha dado Monseñor Baeza acerca de la escasa seriedad del trabajo parlamentario actual"
La distinción que se ha hecho entre los presos por delitos terroristas y aquellos por Ley de Control de Armas, en el paso del proyecto por el Senado, es calificada por Ossandón como parte de la historia del proyecto. "Saltos, mutaciones, tijeretazos que el Senador Zaldívar ha tenido que venir haciendo para mantenerlo vivo aunque a hilachas", señala.
No obstante, Ossandón afirma que no entiende la posición de la UDI frente al proyecto de indulto, sosteniendo que hace un año la posición del senador Larraín "era oficial y mayoritaria en su partido". Hace ver que ahora "la UDI en el senado votó en bloque, excepto el Senador Larraín, en contra de todos los indultos y no se conoce públicamente sus razones, su postura".
El lautarista cree que "el gobierno es hoy el centro más serio de todos los que pueden resolver nuestra libertad inmediata" y anuncia que presentarán sus solicitudes de indulto al presidente. "Esperamos que el presidente hable de nuevo, en paralelo al indulto que empieza a verse en la Cámara de Diputados".
Advierte que de no haber cambios sustantivos a la actual situación, el jueves 5 de agosto, a la medianoche, encabezará una nueva huelga de hambre junto a otros cinco lautaristas. "La presión por ese indulto es, a estas alturas, útil y justa; no estamos desesperados, sólo queremos jugar todas las cartas ahora por nuestra libertad inmediata", afirma.
Agrega que "hoy por hoy no hay 'equivalencia' posible" entre los militares procesados por violaciones a los derechos humanos y los presos por delitos terroristas. "Esa gente está fuera de este instante. Eso es lo que no logro entender en lo que busca la UDI", grafica escuetamente.
Sobre las garantías de que no retomarán la vía armada, recuerda que dentro del proyecto de indulto se estipula un compromiso escrito con el Ministerio de Justicia de no usar más las armas, 5 años de arraigo y libertad vigilada. "Todo eso es parte de la ley", enfatiza.
Además, hace presente que ya hace más de tres años que en el grupo Lautaro "llegamos a la convicción política de no volver a usar las armas, de no repetir lo vivido, de vivir algo nuevo y distinto. Esa es mi convicción".
Sobre los atentados explosivos a favor de sus demandas, Ossandón asegura que nada tienen que ver con ellos, que no tienen claro su origen y que "no nos sirven para nuestra libertad".
