EMOLTV

Chileno maneja biblioteca virtual para ciegos

Wordtheque cuenta con 36 mil textos de diversos géneros literarios, que no sólo pueden ser leídos sino también escuchados luego de transformarlos con un lector de pantalla o con un programa de conversión a mp3.

27 de Julio de 2004 | 16:23 | M. Francisca Prieto, El Mercurio en Internet
MODENA, Italia.- Cuando Rodrigo Vergara abandonó sus estudios de agronomía para irse de Chile tras el golpe militar hace 30 años, nunca pensó que las palabras se convertirían en su "negocio". Después de realizar diversos trabajos esporádicos en tierras italianas, en 1979 comenzó a trabajar en traducciones, fundando Logos, actualmente una de las empresas líderes en la materia.

Y al ver la cantidad de palabras y textos que pasaban diariamente por los escritorios de la compañía, en 1988 Vergara tuvo la idea de crear una biblioteca electrónica que en un comienzo podía ser utilizada sólo por los traductores de Logos, pero que en 1995 fue abierta al público.

"A nosotros nos interesaba recoger todas las palabras que pasaban por la oficina con un sistema automático electrónico, de manera que cualquier persona que necesitara saber el significado de una palabra que no aparecía en ningún diccionario, pudiera encontrarla inmediatamente en este sistema, además en su contexto", explica Vergara.

Cuando apareció Internet, los límites simplemente desaparecieron. Ya no sólo se contaba con un enorme patrimonio de palabras, sino que comenzó a recogerse un gran número de libros, algunos directamente de la red y otros que fueron escaneados. Todo esto dio origen a Wordtheque, una tremenda biblioteca virtual, donde los visitantes pueden conocer el significado y uso que se le da a cualquier palabra en la literatura.

Con los años, el número de publicaciones siguió creciendo. Poco a poco personas comunes y corrientes comenzaron a enviar textos para agregar, y luego los mismos autores se dieron cuenta de que Wordtheque entregaba un excelente espacio para la promoción de sus libros. Incluso, cada vez que aparece una nueva publicación, los editores regalan el archivo para que Wordtheque ponga la versión electrónica del texto en Internet y así quede disponible para todo el mundo en forma gratuita.

"Al principio nadie creía que esto podía hacerse, pero ahora los mismos editores y autores se dieron cuenta que regalar el archivo es una excelente manera de promover el libro sin costo. Y de todas maneras las personas que se encariñan con un libro, naturalmente después se lo compran si tienen la posibilidad", explica Vergara.

Actualmente, Wordtheque tiene a disposición de los internautas 36 mil textos de diversos géneros literarios (ensayos, novelas, cuentos, poesías, obras de teatro, manuales técnicos y científicos, etc.), volumen que aumenta día a día. Asimismo, los libros pueden encontrarse en muchos idiomas, además de dialectos y lenguas indígenas.

Facilidades para no videntes

Sin embargo, el mérito de esta biblioteca virtual no sólo es la gran variedad de textos y su riqueza idiomática, sino que el hecho de que además de ser leídos, éstos también pueden ser escuchados.

Por esta razón, las publicaciones son procesadas en formato txt, que permite transformar con facilidad el texto a relato oral con un lector de pantalla o con un programa de conversión a mp3.

Así, Wordtheque da la oportunidad para que los no videntes también tengan acceso a la gran biblioteca. "Esto es muy importante porque ellos aunque quieran comprar libros, no encuentran, porque no tienen cómo leer un libro tradicional y mucho menos en otros idiomas. Pero con este sistema, ellos tienen acceso directo a la literatura", explica Vergara.

En los últimos años, Wordtheque también ha trabajado en la grabación de textos en lengua materna, los cuales se pueden escuchar directamente desde el sitio, incluso algunas veces desde la boca misma de su autor. En caso contrario, los textos son leídos por un actor o bien por un voluntario.

Por ahora es posible escuchar 1.422 textos en total, de los cuales 696 son fábulas infantiles. Estas últimas han sido traducidas a más de 30 idiomas, entre ellos rapa nui y mapudungún.

Con todas estas herramientas a disposición de los usuarios, los encargados de Wordtheque no conocen con certeza cuántas personas visitan su sitio. Saben que diariamente se descargan alrededor de 500 libros, pero desconocen quiénes lo hacen o de qué país son.

Según sostiene Rodrigo Vergara, la inexistencia de un registro tiene su razón de ser, ya que la idea es respetar al máximo la privacidad de los usuarios, y hacer que todo el proceso sea lo más fácil y simple posible.