Esta madrugada llegaron los cuerpos de los diplomáticos asesinados en Costa Rica.
SANTIAGO.- "Estamos muy tristes y acongojados, pero también creo que todos estamos reconfortados por lo que ellos hicieron en vida", manifestó el Presidente de la República, Ricardo Lagos, a la salida de la misa efectuada hoy en recuerdo de los funcionarios diplomáticos fallecidos en Costa Rica.
La ceremonia religiosa que despidió los restos de la asesora cultural, Rocío Sariego, y del cónsul, Cristián Yuseff, fue efectuada esta tarde en la iglesia Santa Elena, en la comuna de Las Condes. A ella también asistió la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, quien indicó que "esta misa es el momento en que rezamos a Dios para dar gracias por haberlos conocido".
Asimismo, la canciller formuló un llamado a reflexionar en favor de la paz. "Mañana, cuando los niños vuelvan a las escuelas y a los colegios (deberían) pensar y reflexionar por la paz, por la capacidad de resolver las dificultades sin recurrir a la violencia, por lo que significa el servicio público". Agregó que "el mejor testimonio que podemos entregar a estos tres chilenos que han muerto es eso".
Por su parte, la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, dijo sentirse "afectada y horrorizada" por los sucesos del martes pasado, ya que lo que ocurrió "es una situación de tal irracionalidad que ha costado mucho entenderla y asumirla".
En tanto, el diputado Jorge Tarud afirmó que "esta tragedia debe ayudar a reflexionar sobre la necesidad de estudiar continuamente las medidas de seguridad en las legaciones diplomáticas de Chile".
"No hay ningún país del mundo que sea absolutamente seguro, en todos los países hay inseguridad. Por lo tanto que esto nos sirva de lección para tomar las medidas correspondientes, yo sé que hay casos que son inevitables cuando la propia seguridad se vuelve contra uno, pero ciertamente que hay que tomar resguardos hacia futuro", agregó el legislador oficialista.
Los restos de Rocío Sariego y Cristián Yuseff llegaron esta madrugada a Santiago, en un vuelo comercial procedente de Costa Rica. Posteriormente fueron trasladados a la sede de la Academia Diplomática, lugar donde funcionarios de Gobierno le rindieron póstumo homenaje.
Tras la misa por su eterno descanso, los ferétros de ambos diplomáticos fueron trasladados hasta el Cementerio Parque del Recuerdo, donde fueron despedidos con rosas rojas.
El cadáver del primer secretario y tercera víctima de la tragedia, Roberto Nieto, no fue repatriado a Chile debido a que, por decisión de su esposa Marcela Guerrero, fue incinerado el pasado jueves en Costa Rica. Las cenizas de Nieto regresarán a Chile en diciembre.
Los tres diplomáticos chilenos fueron asesinados a tiros por el oficial de la Fuerza Pública costarricense José Orlando Jiménez Jiménez, quien servía de custodio de la sede diplomática.
Otras siete personas -tres chilenos, tres costarricenses y una nicaragüense- salvaron sus vidas al refugiarse en una habitación del edificio tras la acción intempestiva del guarda.
Se desconocen las razones que impulsaron al policía a cometer el múltiple crimen, aunque horas antes de la tragedia Nieto había solicitado el relevo del agente como custodio de la legación, según versiones procedentes de Costa Rica.
El policía, que mantuvo secuestrado al personal de la embajada durante cerca de seis horas, finalmente se suicidó con un tiro en la barbilla.
