SANTIAGO.- El hijo del guardia de la embajada de Chile en Costa Rica, José Orlando Jiménez, que asesinó a tres funcionarios chilenos, afirmó esta noche que "hay muchos cabos sueltos" en torno a la tragedia y que aún no encuentra justificación a la acción de su padre.
Especialmente invitado a Chile al programa de canal 13 "Mucho Lucho", Randal Jiménez -al referirse a las posibles causas de la reacción de su padre- sostuvo que "no tenía conocimiento de malos tratos a mi padre o de mala relación con los funcionarios de la embajada. Siempre habló maravillas de ellos, que le gustaba estar allí".
Al referise a las declaraciones surgidas tras los hechos, el costarricense indicó que no dejan de ser meras especulaciones "porque aún no hay una versión oficial de lo que ocurrió. Se pueden sacar y esgrimir muchas versiones, pero nada va a cambiar, porque el dolor va a seguir estando, y no hay justificación de lo que pasó".
"No encuentro ninguna explicación, trató de imaginarme que pudo haber pasado, que lo pudo obligar a hacer eso", declaró al animador Luis Jara.
"Puedo pensar -añadió- y conociéndolo como él era, que él se pudo haber sentido muy dolido. Que se haya sentido traicionado por el cariño que les tenía (a los funcionarios de la embajada), por cómo se expresaba de ellos. Pudo haber llegado a pedir una justificación de porqué (lo sacaban del cargo)".
Jiménez dice que tiene un sentimiento de que ese día "se pudieron haber hecho cosas adicionales, que se dejaron de hacer cosas".
