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Madre de Gema Bueno: "Creo que podría suicidarse"

Rosa Yáñez es la madre de Gemita Bueno, la ex testigo estrella del caso Spiniak, que se retractó de todas sus denuncias de abuso sexual.

13 de Agosto de 2004 | 21:21 | Por Verónica Cerda F./La Segunda
SANTIAGO.- Rosa Yáñez Orellana dice que quiere viajar a Santiago, pero sólo tiene 500 pesos. Ayer no pudo salir a vender las verduras que ofrece en las calles de Graneros. Dice que desde noviembre su vida no existe, que se le borró, que vive en una depresión constante. Quiere vender un destartalado furgón que guarda en el patio de la casa que ha armado a mano en la población Sagrada Familia y comprar un pasaje a la capital.

Quiere ver a su hija, decirle que la quiere y que le cree, asegura.

Rosa Yáñez es la madre de Gemita Bueno, la ex testigo estrella del caso Spiniak, que se retractó de todas sus denuncias de abuso sexual.

Pero, como en cada episodio de la vida de su hija, Rosa se enteró por otros.

Ella no crió a Gemita, sino su madre, la abuela Marta, en la población Capricornio de Graneros. Allí vivían en una vieja casucha a un costado de una cancha de fútbol que la abuela cuidaba, mientras la nieta asistía al Children School, "por lo menos, hasta quinto básico", recuerdan las vecinas. En esos años Rosa la veía, pero cuando se fue con los abuelos paternos casi no hubo contacto. Las familias nunca se llevaron.

Gemita dice que su madre la abandonó a los siete meses. Rosa no quiere hablar del pasado, pero si pudiera cambiar algo dice que le daría el cariño que no le dio, que daría su vida por la de su hija.

Encerrada en los cuatro metros cuadrados del comedor de su casa prefiere lavar kilos de ropa, planchar, limpiar, desentenderse, hacer cualquier cosa que le ayude a olvidar.

Recibe a La Segunda porque quiere desahogarse. Se sienta en el living, cuenta que es vendedora ambulante. En los veranos recorre las poblaciones montada en su triciclo ofreciendo helados. De pronto recuerda una foto. Abre una gastada cartera negra donde guarda álbumes y retratos. La busca frenética, va al dormitorio de su hijo Johnatan, de 16 años, que en el segundo piso ha empapelado paredes con fotos de su media hermana. La encuentra. Es Gemita a los 13 años, posando sonriente tendida sobre el pasto.

"Esta es su última foto antes de que pasara todo. Mire, esta era La Negra antes. Ahora usted le mira su carita, su rostro ensombrecido, no es la misma. ¿Cómo no vamos a confiar en ella? Nosotros, mis hermanas, yo, mis hijos, creemos en todo lo que ha dicho, yo lo voy a afirmar siempre", susurra, mientras insiste en posar ella para una foto con la imagen de su hija en las manos.

"Es un sufrimiento constante para mí"

-Las denuncias de Gemita se conocieron en noviembre, ¿cómo ha vivido usted estos meses?

-¿Cómo piensa usted que me he sentido? ¿Es madre? Es un sufrimiento constante para mí, para mi hijo Johnatan, para mis hermanas. Nos sentimos desamparados, en este país nosotros, los pobres, estamos solos. Se dicen tantas cosas, pero nadie se ha acercado a nosotros, si le ocurriera a alguien de mejor situación no sería lo mismo.

-¿Cuándo fue la última vez que vio a su hija?

-No la veo desde que se bautizó mi sobrino menor, ella es la madrina, pero no recuerdo cuándo. Hace tiempo. No me pregunte fechas, porque he vivido un año borrado, un año muerto, es una pesadilla que no se termina porque no se puede despertar.

-Las veces que pudieron conversar, ¿le contó ella de los supuestos abusos?

-Primero supe por los diarios. Hemos conversado, pero nunca podemos conversar tanto porque siempre anda resguardada por carabineros y personas especiales.

-¿Le dio detalles?

-Dijo que es víctima. Pero La Negra es como yo, se guarda las cosas.

-¿Le preguntó usted qué la motivó a hablar?

-Yo pienso que el dolor de ver a otros niños o la valentía por sacar a luz un tema que muchos quieren esconder.

-¿Habló ayer con Gemita después de enterarse de sus últimas declaraciones?

-No, porque está inubicable, no me contesta el celular. Yo he llegado a pensar que está secuestrada. He pensado que en cualquier momento va a salir en el diario una noticia, que a ella le pasó algo. Tengo miedo de que le pase lo mismo que a ese joven Matute, que lo mataron, y después no aparecen los culpables. Hasta creo que podría suicidarse.

-¿Aún cree que dijo la verdad cuando denunció que fue abusada sexualmente?

-Creo todo lo que ha dicho.

-¿A pesar de que ayer declaró al diario La Tercera que ha mentido en todo?

-A pesar de eso y de la doctora Cordero, que está más loca que todos nosotros, a pesar de todo.

-¿Leyó lo que publicó el diario?

-No quise. Yo no creo que sea Gemita la que habló, yo creo que buscaron a alguien, que le hicieron una simulación de voz. Esas cosas se pueden hacer.

-Ella dijo que nunca ha conocido a Jovino Novoa, que el Cura Jolo la obligó a mentir y que fue él quien lo inventó todo.

-Ella teme por su vida y todo el país creo que lo sabe. Ahí hay presiones. Ella teme por su vida y por la de la niña y, quizás, hasta por la de nosotros.

-¿Gemita le dijo que teme por su vida?

-No, pero yo lo sé, lo siento como madre, por todas esas presiones.

-¿Conoce al cura Jolo?

-Yo no, mis hermanas sí y creen que es una persona buena.

-Sin embargo, Gemita dijo que fue él quien la hizo mentir.

-El es una persona buena, esas cosas se sienten.
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