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Sacerdote y una joven mujer caen desde el sexto piso de un edificio

El padre Javier Aliz Chandía, de 42 años, se lanzó al vacío en compañía de una joven desde un inmueble ubicado en la comuna de Ñuñoa. El Arzobispado de Santiago informó que el religioso pasaba por un estado depresivo.

17 de Agosto de 2004 | 12:22 | El Mercurio en Internet

El cadáver del fallecido sacerdote.
SANTIAGO.- El sacerdote de la diócesis de Iquique Javier Aliz Chandía se lanzó desde el sexto piso de un edificio de la comuna de Ñuñoa cinco minutos después que lo hiciera una mujer.

El religioso, de 42 años, se arrojó al vacío junto con la estudiante de Veterinaria Clara Ester Morcho Barrión, de 24 años, desde un inmueble ubicado en la calle Eduardo Castillo Velasco, en el número 2436.

El sacerdote falleció y la joven resultó gravemente herida, debiendo ser internada de inmediato en el Servicio de Urgencia del Hospital del Salvador.

De acuerdo a los primeros testimonios, el cura había llegado pasadas las 9:15 de la mañana al edificio y diez minutos habrían tomado la decisión de suicidarse.

Fuentes de la Iglesia aseguran que Aliz dejó una carta explicando los motivos de su decisión. Otros sacerdotes que acudieron al lugar de los hechos señalaron que el sacerdote "no estaba seguro de su vocación".

Los vecinos de la joven aseguran que el religioso acostumbraba visitar a la joven en su departamento, donde ella vivía con sus padres.

Respecto a la situación de la mujer, el jefe del Servicio de Urgencia del centro asistencial en donde se encuentra internada, doctor Horacio Díaz, informó que presenta un traumatismo encéfalocraneano cerrado, una fractura de la rodilla derecha y el colpaso de su pulmón izquierdo, por lo que los médicos mantienen ese órgano con un tubo de drenaje, para evitar agravar el cuadro clínico. Sin embargo, Clara Morcho respira sin asistencia mecánica.

Pasaba por un estado depresivo

El sacerdote, que se encontraba temporalmente en Santiago, se hospedaba desde hace dos años en la casa parroquial de la iglesia de San Bruno, en la Zona Oriente, donde ocasionalmente prestó algún servicio apostólico.

Según informó el Arzobispado de Santiago, actualmente no tenía encargo pastoral en la arquidiócesis. Trabajaba en la Universidad de las Américas impartiendo clases de Filosofía y se encontraba a la espera de viajar a España para seguir sus estudios de doctorado.

En este período había suspendido el ejercicio sacerdotal y se encontraba en un proceso de discernimiento de abandonar el ministerio para seguir una vocación laica.

Según informaciones proporcionadas por personas que lo frecuentaron en los últimos días, el presbítero Javier Aliz pasaba por un estado depresivo cuyas causas no conocían.

Ante este hecho, que calificó como "doloroso", el Arzobispado de Santiago envió "sus más sentidas condolencias a los familiares del sacerdote, y pide a los católicos orar para que el Señor de la Vida con su infinita misericordia lo acoja en su Reino".

"Asimismo, sin tener mayores antecedentes acerca de la joven involucrada en este hecho, expresa a sus familiares su solidaridad y oración en este momento de dolor", señala la institución en una declaración pública.