Joven temuquense llegó hasta la estratosfera

MOSCU.- Cuando eran las cuatro de la mañana en nuestro país, mediodía en Rusia, el joven Felipe Lagos Quezada, se convirtió en el primer chileno en llegar a la estratosfera, el límite de la Tierra con el espacio exterior.

Felipe fue trasladado muy temprano en la mañana del Hotel Grand Marriott en Moscú a la base aérea de Zhukovsky, ubicada a una hora y media de la capital rusa, donde lo esperaba el piloto ruso Alexander Pavlov, encargado de volar el Mig 25 Foxbat que, a una velocidad de 2900 km/hora, casi tres veces más rápida que la del sonido, llevaría a Felipe a la última capa de la atmósfera.

"Fue verdaderamente espectacular y alucinante”, fueron las primeras palabras del joven. Si bien estaba muy nervioso a la hora del despegue, asegura que durante el vuelo se relajó y pudo disfrutar plenamente del paisaje que pudo observar desde una altura de 25 000 metros. "Cuando mirabas hacia arriba veías todo de un color azul oscuro muy intenso, casi negro y al ver hacia abajo podías ver perfectamente la curvatura de la Tierra. Simplemente increíble", cuenta Felipe aún emocionado por la aventura.

Vestido con un traje anti gravedad, el joven cuenta que el vuelo tuvo tres etapas. Primero el Mig alcanzó los cuatro mil metros de altura, luego los diez mil y finalmente se disparó hacia los 24 mil metros, donde el ganador del concurso de Internet www.Keko.cl, pudo sentir el efecto de la reducción de la fuerza de gravedad. "Cuando llegamos a la estratosfera, la cámara de fotos que llevaba me pesaba mucho menos que antes, como que se me iba de las manos. Esa sensación fue espectacular", describe.

El vuelo duró un poco más de media hora y todo resultó perfectamente. Antes de abordar el Mig 25 Foxbat, Felipe fue sometido a un breve chequeo médico en el que se comprobó que estaba en perfectas condiciones para volar, sostuvo una charla instructiva con el piloto, quien lo instruyó sobre el Mig 25, el uso del traje y la mascarilla, el itinerario de vuelo y la forma de comunicación que tendrían en el Mig.

"Durante la charla con el piloto estaba el traductor, pero en el Mig sólo nos íbamos a poder comunicar por señas y palabras claves. Cuando me explicaron los procedimientos de emergencia me dio un poco de susto, pero por suerte todo salió bien. Ni siquiera sentí mareos", confiesa Felipe.

De regreso en el Hotel, Felipe dice que aún no cree que lo que ha vivido es cierto. "Esto ha sido realmente un sueño, todavía no me la creo. Estoy súper contento y súper agradecido de Keko.cl por darme la oportunidad de llegar a la estratosfera y extenderme el viaje a Rusia por una semana. Lo he pasado increíble", concluye.