SANTIAGO.- Los medios de comunicación deberán hacer un esfuerzo por considerar, en la cobertura de las noticias religiosas, la dimensión trascendente de dicha información, y el punto de vista del creyente.
Así lo establece el dictamen entregado por el Consejo de Ética de los Medios, referido al tratamiento periodístico de los hechos religiosos.
La resolución afirma que la dimensión de trascendencia, que posee este tipo de noticia, forma parte ineludible de la información de este sector. Asimismo, sostiene que la obligación de considerar el punto de vista del creyente, exige, entre otras cosas, informar sobre la institución religiosa desde ella misma.
Establece, además, que los medios deberán esforzarse por recoger como noticia tanto las manifestaciones habituales y cotidianas que se presentan en el ámbito religioso como aquellos hechos que muestran ruptura o conflicto.
La resolución Nº 121 del Consejo de Ética de los Medios, titulada "Dictamen sobre cobertura de noticias religiosas" explica que, de la vasta gama de expresiones humanas sobre las cuales debe informar el periodismo, un área especialmente compleja es la referida a las manifestaciones religiosas.
El organismo consideró oportuno hacer algunas consideraciones sobre el tema luego de recibir una carta de monseñor Manuel Camilo Vial, secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, en la que solicita un estudio general respecto del tratamiento periodístico de los hechos religiosos.
Dignidad humana y contexto
El dictamen añade que las grandes religiones, sus instituciones y sus símbolos expresan la dignidad y trascendencia de la persona humana.
Si bien reconoce que los medios, al establecer una línea editorial determinada pueden asumir las manifestaciones religiosas como noticia o dejarlas fuera de sus contenidos, explicita que el tratamiento de los acontecimientos religiosos conlleva algunas exigencias específicas.
Por un parte, la relevancia que estas expresiones tienen para la sociedad y para las personas –sean ellas protagonistas de la noticia, fuentes o público—requiere un extremo respeto en el tratamiento de la información que debe excluir la burla o el menosprecio, así como el utilizar torcidamente los símbolos o las prácticas religiosas.
Por otra, es un tipo de información –al igual que otras de carácter especializado-- que exige de un adecuado contexto, puesto que el público no siempre cuenta con los elementos para entender esta realidad.
En vistas de esta particularidad, el Consejo de Ética señala en su dictamen que los medios deberán hacer un esfuerzo por tener en cuenta la dimensión de trascendencia que este tipo de información posee, y que forma parte ineludible de las noticias de este sector.
También deberán esforzarse –agrega- por considerar el punto de vista del creyente, lo que exige, entre otras cosas, informar sobre la institución religiosa desde ella misma; y recoger como noticia tanto las manifestaciones habituales y cotidianas que se presentan en el ámbito religioso –así en la vida de las personas como de la sociedad- como aquellos hechos que muestran ruptura o conflicto.
La resolución fue pronunciada, en su sesión del 22 de julio, por los consejeros María José Lecaros, Francisca Alessandri, Alberto Chaigneau, Bernardita Del Solar, Bernardo Donoso, Arturo Fontaine A., Manuel Guzmán, Abraham Santibáñez y Manuel Valdés, actuando como secretario el fiscal Miguel González Pino.
