EMOLTV

Ocho detenidos en Chile por "Operación Epicentro"

Investigaciones en conjunto con las policías australiana y neozelandesa desbarató a una banda que traficaba cocaína desde Australia.

10 de Septiembre de 2004 | 17:34 | Orbe
SANTIAGO.- Ocho personas detenidas, encabezadas por Eduardo Ogas Vilches, de 18 años, fue el resultado inicial de las pesquisas realizadas por la Brigada Antinarcóticos Metropolitana de Investigaciones, en el marco de la denominada "Operación Epicentro", que involucra a una organización que traficaba cocaína desde Chile a Australia.

Ogas es hijo del jefe de la banda delictual, y junto a él fueron capturados su tía Ana Ogas (34 años), Marta Díaz (42), Andrea Ruz (23), Jocelyn Ruz (21), Karina Sayes (27), Germana Palacios (44) y la ciudadana peruana Julia Vargas (29).

El cierre de este operativo se produjo en Auckland, Nueva Zelandia, en un trabajo conjunto de la policía australiana y neozelandesa, quienes fueron alertados por Investigaciones de la llegada a esa ciudad de Patricia Maldonado Figueroa, quien transportaba cocaína adosada en su cuerpo desde Chile, y quien fue detenida en el momento en que entregaba el alcaloide a Eduardo Ogas Pino.

Según lo expresado por el subprefecto Luis Ibarra, jefe de la unidad, las investigaciones se iniciaron en enero de este año por una orden de la titular del 33° Juzgado del Crimen de Santiago, Eleonora Domínguez, en relación a un posible grupo delictual que traficaría droga con destino a Europa.

Con el avance de las pesquisas, se descubrió que el destino de esta droga era Australia, en donde el kilo del alca con un 95 por ciento de pureza es de cien mil dólares americanos.

Con el trabajo conjunto de la policía del país oceánico, se logró establecer que el líder de la banda era Eduardo Ogas Pino.

El chileno nacionalizado australiano, y quien reside en ese país desde hace treinta años, organizaba junto a un peruano, individualizado como Jorge Canejo González, y quien también está detenido en Australia, la comercialización del alcaloide. Canejo establecía contactos con Julia Vargas en Chile, quien a su vez se comunicaba con proveedores de droga en la ciudad limítrofe peruana para que fuera enviada a Chile.

La droga viajaba a Australia vía courier o correos humanos, quienes eran contactados por dos de las detenidas en Chile, que recibían a cambio unos dos mil dólares tras la entrega.

Debido a que en una oportunidad hubo problemas con el envío de una droga se decidió establecer un laboratorio en una parcela que se compró para estos fines en la localidad de Champa, en las cercanías de Santiago, por lo que Eduardo Ogas envió a su hijo a Chile para supervisar el establecimiento de este lugar, donde se detuvo a la mayoría de los involucrados.

Allí fueron decomisados un rifle a postones, una escopeta de repetición, tres cuentas de ahorro bancarias, una pistola, munición para las armas, diez teléfonos celulares, 250 mil pesos en efectivo, dinero falso, y elementos químicos para la purificación de la droga, con la respectiva factura de venta cuyo monto no supera los 130 mil pesos.