QUINTERO.- Un equipo de buzos extrajo hoy del mar varios rieles que habrían sido usados para hundir cuerpos de detenidos desaparecidos durante el gobierno del general (r) Augusto Pinochet.
El hallazgo fue materializado tras varias horas de trabajo, en un mar agitado, a un kilómetro de la costa en la bahía de Quintero, a unos 150 kilómetros al noroeste de Santiago.
La diligencia fue supervisada por el juez Juan Guzmán, quien investiga la desaparición en 1976 de la cúpula del Partido Comunista y quien siguió, a bordo de una embarcación, paso a paso, las operaciones de los buzos, que descendieron a una profundidad de 30 metros en puntos fijados anteriormente.
Cerca del mediodía fue extraído el primer trozo de riel, cortado por un extremo, de unos 50 a 60 centímetros de largo y con un peso de entre 40 a 50 kilos, frente a las playas Albatros y Loncura del puerto de Quintero.
Minutos después los dos buzos, que maniobraron en difíciles condiciones climáticas, con fuertes vientos y agitado oleaje, extrajeron otros tres rieles de dimensiones de entre 60 y 100 centímetros.
Se buscan al menos otra media docena de trozos de riel de similares características, a los que fueron atados los dirigentes comunistas arrojados al mar desde helicópteros por agentes de la ex Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Así consta en el proceso por el llamado caso "Calle Conferencia", el operativo que en mayo de 1976 ejecutó DINA para detener y hacer desaparecer a diez dirigentes comunistas.
Entre las víctimas figuran Jorge Muñoz, esposo de la dirigente comunista Gladys Marín, y Víctor Díaz, padre de la secretaria de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz.
El juez cuenta con testimonios de procesados en este caso y también de algunos mecánicos que tripularon los helicópteros que entre 1974 y 1978 se presume lanzaron al mar más de 400 cuerpos de detenidos desaparecidos a manos de la DINA.
Los rieles fueron encontrados hace unos días por uno de los buzos contratados para dar con estos trozos de vía férrea, que corroboran que gran parte de los desaparecidos en Chile fueron arrojados al mar.
Los cadáveres fueron arrojados desde helicópteros "Puma" por agentes de la DINA, la policía secreta, y pilotos del Comando de Aviación del Ejército en los llamados "vuelos de la muerte".
Del total de desaparecidos lanzados al mar, hasta el momento sólo se ha encontrado el cuerpo de la dirigente comunista Marta Ugarte, quien apareció en la playa de Los Molles, en la norteña región de Coquimbo.
Guzmán procesó a cinco antiguos agentes, uno de ellos su propio primo, el coronel retirado José López Tapia, por el secuestro y desaparición de los diez máximos dirigentes del Partido Comunista.
Los entierros clandestinos y las exhumaciones ilegales son algunas de las llamadas "verdades pendientes" en materia de derechos humanos, y con ellos se pretendió ocultar el hallazgo masivo de víctimas una vez recuperada la democracia, en 1990.
