SANTIAGO.- El cónsul de Bolivia en Santiago, Víctor Rico, consideró que las expresiones del Presidente Carlos Mesa sobre el Mandatario chileno, Ricardo Lagos, "no son un paso en falso", al tiempo que rescató la franqueza de esas palabras.
Rico dijo que la entrevista concedida al Cuerpo de Reportajes de "El Mercurio" "hay que verla en su integralidad".
El diplomático asistió esta mañana a la celebración del 59° aniversario de las Naciones Unidas en la Cepal,ocasión que dijo que "hay que hacer una lectura cuidadosa de la entrevista", especialmente porque contiene declaraciones "sinceras" y "francas" del mandatario boliviano.
Rico opinó que "no sacamos nada con disfrazar la importancia que tiene el asunto de la mediterraneidad".
Aseguró que los dichos de Mesa "no son un ataque pesonal... Hay que ver la entrevista en un integralidad, pero yo no puedo interpretar las declaraciones del presidente de Bolivia. Aquí no se ha tomado nota, por ejemplo, de que el Presidente Mesa ha descartado de manera enfática medidas impositivas".
El representante boliviano en Santiago se encontró con el el canciller chileno Ignacio Walker en los actos celebrados en la Cepal, oportunidad en que acordaron reunirse esta semana para continuar dialogando.
El Canciller Walker intervino esta mañana en un programa de televisión en que consideró inoportunas e inaceptables las declaraciones de Mesa. Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó una declaración en la que rechaza las expresiones de Mesa, insistió en que este tipo de iniciativas "entorpecen el clima bilateral.
"Lo que ha dicho el Presidente de Bolivia nos desconcierta, es desalentador y frustrante, pero Chile mantiene la oferta de negociación".
El ministro descartó presentar una queja formal ante el país altiplánico y adelantó que se reunirá con su par boliviano (Juan Ignacio Siles) a principios de noviembre próximo, cuando se lleve a cabo una reunión del Grupo de Río.
En la ceremonia de hoy en la Cepal, Walker indicó que se debe continuar "reforzando la multirateralidad" y apoyó las reformas que se vislumbran en la ONU para modernizar la organización que cuenta con 191 países miembros.