SANTIAGO.-La Dirección del Partido Socialista (PS) elaboró un documento titulado "Posición socialista frente al informe sobre la Prisión y la Tortura en Chile", en el cual la colectividad exige el reconocimiento de la indiferencia del Poder Judicial y el arrepentimiento de las otras ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden que todavía no se han pronunciado, así como de los civiles que participaron el el régimen militar.
El presidente del PS, Gonzalo Martner, junto al secretario general, Arturo Barrios, y el secretario nacional de comunicaciones de la colectividad, Guido Camú, señalaron que "este informe da cuenta de violaciones sistemáticas a los derechos humanos propias de una política de terrorismo de Estado y de atroces métodos de tortura aplicados a decenas de miles de Chilenos que fueron sometidos a sufrimientos espantosos, en manos de militares y civiles que les infligieron tratos horrorosamente inhumanos, actuando con una crueldad inaudita, nunca antes conocida en toda la historia de Chile".
Agregaron que "el Comandante en Jefe del Ejército ha reconocido la responsabilidad institucional en estos crímenes. Así lo ha hecho también, y pedido perdón, el director General de la Policía de Investigaciones. Está pendiente un reconocimiento similar por parte de las demás ramas de las FF.AA. y de Carabineros".
Añadieron que "también sigue ausente el reconocimiento del poder judicial de su indiferencia e incapacidad durante la dictadura, con honrosas excepciones, para cumplir su rol protector de los derechos de las personas".
El documento también señala que "sobre todo está pendiente el establecimiento de la responsabilidad de los civiles que instigaron, alentaron, justificaron y encubrieron todos estos horrores. Chile los conoce y espera su arrepentimiento".
El PS destacó los gestos de la Policía de Investigaciones y del Ejército, pero también manifestaron que ambas instituciones ahora debían cooperar con los procesos que tiene la justicia en torno a temas de DD.HH.
Finalmente, destacaron que "debemos asegurarnos que jamás en nuestra historia futura volvamos a padecer semejante tragedia y asegurarnos que las generaciones futuras sabrán de este dolor y no lo volverán a sufrir. Que la tolerancia y el respeto por el otro presidirán nuestra conducta común y que nunca más un chileno torturará a otro".
Por su parte, Martner dijo que "la Esmeralda es universalmente rechazada en todos los puertos en los que recala porque es hoy día un símbolo universal de lo que no debe ocurrir nunca, que es que un buque de entrenamiento de jóvenes oficiales haya sido centro de tortura. Entendemos, por lo demás, que este hecho ha sido reconocido por la propia Armada en un oficio a la propia Comisión, y reconocidos los hechos, y deben ser reconocidos y entendemos que así será".